El Sabor Amargo del Engaño
primero que la s
ra que silenció el d
te de salsa verde que acababa de preparar y, sin una pizca de duda, lo vació en el bote de
egaba al puesto l
rró, se
s ojos no tenían la calidez de una vendedora
ado para
uelo y empezó a caminar, dejando atrás el puesto, el dinero que que
n salario de seis cifras. Había perdido el respeto de su mentor. Había ignorado a su hermano, la persona que
ara
re y clasista pudiera tom
o había sido un acto de amor, sino de estupidez. Le había entr
n barrio obrero que ella había convertido en un hogar. Subió las esca
ecordatorio de su engaño. La televisión que compró para que él pudiera "distraerse de sus
r. Pero no sus c
ba para sus salidas secretas, el resto de su ropa era barata, de segunda mano. Ropa qu
de marca que solía usar, sino jabones y champús genéricos q
ue había creado para ella. Recordó las veces que se había acurrucado a su lado en el s
os, sus caricia
sedad. Cada "te amo" era una mentira calculad
s al principio sintió algo, pero en el momento en que decidió engañarla, cualqui
regado. Junto a él, los estados de cuenta de la tarjeta que le dio. Vio los carg
ta de que n
su familia, había gastado sus ahorros y se ha
ro, sin trabajo, sin futuro y, lo peo
la y en la ruina. Pero