El Sabor Amargo del Engaño
partían luciendo derrotado, se dejó caer en
todo, So
retorció el corazón. Sin pensarlo dos veces, dejó lo que estaba ha
ción que no sentía del todo, pero que necesitaba t
nerabilidad. Él sabía que Sofía, con su corazón
me dio la espalda. Est
illa, secando una lágri
en mí. Teng
discípula predilecta del legendario "El Padrino", una cocinera cuyo talento estaba destinado a
e su mentor y de su hermano Ricardo, y vendió las pocas joyas de valor que su abuela le había heredado. Con ese
a en el corazón del mercado
a, el humo de la carne y la cebolla se le metía en el pelo y en la ropa
ahora volteaban tacos a una velocidad vertiginosa. El olor a cil
pastor
den de suader
ina de la alta cocina a la anarquía del puesto callejero. Su salsa macha era una obra de arte, sus tortillas siempre
o el dinero con una mueca de asco que intentaba ocultar. Pero a las pocas semanas, sus "reuniones para
hizo famoso en el mercado. La gente hacía fila para probar sus tacos. El dinero comenzó a fluir. Cada no
us deudas, mi amor. Poco a
das importantes". Sofía, demasiado cansada para cuestionarlo, solo sonreía y se iba a
de él. Había acumulado una cantidad considerable de dinero, suficiente para que Mate
u orden veía un video en su celular con el volumen a todo lo que daba. Era una transmisi
sto cercano, los gritos de los vendedores, el murmullo de
colección es
lonarios de la ci
arar tres órdenes al mismo tiempo. Pero en
nocía mejor que
risa de
zón empezó a latir con fuerza. No podía ser. Mateo se suponía que esta
tando de aislar el sonido del telé
uerte, sin rastro de la desesperació
Vanessa. La vida es par
de Mateo, una mujer superficial y clasista que
u alrededor pareció distorsionarse, los olores y sonidos del mercado se desvanecieron, reemplazados p