Ciego por Amor, Vengador por Dolor
estia que me devor
a sangre y tie
entender dónde estaba, pero solo encontré una oscuridad densa, infinita. No era la oscuridad de la noche, era una negrura interna, rota. Me habían dejado ciego. Los golpes habían sido precisos, salvajes, c
que ya se
sonó cerca. Tan cerca que pude
da de un desprecio que nunca antes le había escuchado. "Lo importante es que ya
hizo pedazos. Sofía. Ricardo. Las dos personas que má
o había compasión en su voz, solo un nerviosis
tullido? Mi mamá ya tiene todo arreglado. En unas horas, Arma
rando otro golpe, otra patada. Pero no hicieron nada. Sol
ió, la que yo creía mi madre biológica. Sus tacones
davía? Váyanse. Yo m
Ni una pizca de la calidez con
?" , preguntó Ricardo
eres mi verdadero hijo, Ricardo. El único heredero de la fortuna Robles. Armando nunca debió exi
dadero hijo? ¿Heredero por sangre? No e
siempre me dijo que había muerto loco en un psiquiátrico. "Y de esa sangre no quiero nada. Lo intercambié al nacer por ti
¿Y mi padre, Don Carlos, no estaba muerto? Todo era una mentira. Mi vida entera, una farsa monumental construida por
mi mejilla. Era suave, pero su
ahora llena de una falsa ternura que me revolvió el es
ás tan roto que ya no importaba. Quería gritarle, llamarl
uidaremos" , dijo, y sentí que me acomodab
nt
era m
Pero lo más cruel es que me habían robado mi propia historia, mi identidad. Y ahora, los mismos que me lo arrebataron, fingían consolarme en mis ruinas. La rabia, fría y afilada,