El Precio de Mi Amnesia
. Luchó contra el efecto del sedante, su mente gritando aunque su cuerpo comenzaba a sentir
en", dijo una enfermera con una falsa
que la mantenía consciente. Su hijo estaba muerto. Asesinado. Y l
No podía dejar que s
. Salió de la sala y caminó por los pasillos casi desiertos del hospital. Sabía que Ximena
a fumar en el estacionamiento trasero cuando se sentía estres
onamiento estaba mal iluminado, lleno de sombras. Lo vio al fondo, cerca de un c
paso una batalla contr
onó más débil de
ro, que para Ximena era encantador, ahora
hace aquí? Debería
te a él, su pequeña figura temblando de furi
humo y sonrió, una sonrisa c
dice, vieja. Son acu
a la policía. Les contaré cómo obligaste a Marco a beber,
presión se volvió gélida. Tiró el cigarr
túpida de lo
fetada. El golpe fue tan fuerte que Elena cayó al suelo
l pelo, obligándola a mirarlo. "Eres una vieja loca y dolida. Y Ximena...
a se acurrucó, un gemido de
char las oportunidades. Se interponía en mi camino. Ahor
sta vez en el estómag
jate de mí. Olvida que
or recorriendo todo su cuerpo. Diego la miró con desprecio, se sacudió el pol
la lucha física, sino la de la determinación. Él no la había quebrado. Había subestimado el amor de una madre. Juró en silencio, por la memoria de