Despertar de un Mal Sueño
irar por la ventana, con la mandíbula apretada. Pero entonces, su teléfono de prepago sonó. Se lo llevó a la oreja, e
os", susurró. "En la term
fante en los ojos, como si el incid
tá a punto de cambiar. Todo por lo
ra el punto de inflexión, el momento en que nuestro camino se bifurcaba hacia destinos muy difer
l brazo y me arrastró entre la multitud, moviéndose con un propósito que no había tenido antes. Salimos de la estación y nos
adas en las ventanas. Se sentía como una tumba. Miguel golpeó la puerta de metal c
ios pintados de un rojo oscuro que resaltaba la dureza de su rostro. Sus ojos, pequeños y fríos, n
n una voz rasposa, sin
s se retrasó", se excusó Migue
me miró a mí. Hizo
tan sucia? ¿No pudist
salió disparada y le dio una bofetada sonora en la mejill
alidad, no para que me traigas pordioseros!
se atrevió a decir nada. Yo observé la escena, impávida. Una parte de mí, la parte que había sufrido
mpleto y se centró en Migue
que te pedí?", pr
lsillo. Eran los documentos de adopción que mis padres habían guardado co
se agachó para mirarme a mí. Sus dedos fríos y huesudos me agarraron la barbill
os ojos. Con un buen baño y ropa nueva, a esta la podemos col
empujó ligeramente haci
s otros ya están ahí. Y más te vale que tu 'sueño' sea cierto y que a Ricardo le
él había arrastrado hasta aquí, La Madrina me había reservado un destino diferente. Nos metió en la casa, separándonos. A mí me llevó a una peque
, que esperaba el infierno, me encontré en una especie de limbo incierto y aterrador. La puerta del patio se cer