Sombras de un Amor Pasado
tos. Nunca habíamos hecho grandes anuncios públicos, no teníamos miles de fotos en redes sociales. Ricardo s
r una salida fácil. Yo era su ancla, su refugio seguro, mientras él buscaba tormentas
ndo a Mezcal, cuyo pequeño cuerpo cálido era mi único consuelo. El teléfono sonó
l, necesitan operarla de la cadera de urgencia, pero el segur
mil p
médicos. El adelanto del mural estaba ahora en el aire. Solo había una
ca
ayuda después de la humillación en el hotel era tragarme mi
ero con manos
ontestó, su voz ca
ndo de mantener mi voz estable, de no sonar
lencio al otro l
o finalmente. "Te
do, un estúpido y diminuto segundo, pensé que q
tonces
na cond
pe
iero que te disculpes con Sofía. Delante de todos. La hiciste
me fue de l
no hice nad
. Tómala o déjala. La salud d
co
fuerte que me mareó. Me estaba pidiendo que me arrodillara, que me humillara púb
Rica
ver aún más pálida y delgada. Entré en "Fuego" , el restaurante de Ricardo. Estaba ll
on su brazo, riendo de algo que ella le decía
ara sobre vidrios rotos. Todas las miradas se giraron
io y su sonr
n susurro. "Quería disculparme por mi co
grandes ojos inocentes
a que todos la oyeran. "Entiendo que estés pasando por un moment
de la gente a mi alrededor. Ricardo observaba la escena con una expr
etonación. Un fuego líquido que me recorrió por dentro. Me quedé sin aire, una arca
ndo los ojos de Ricardo
dor frío en mi frente. Por un instante, vi un destello de
solo un
iró de
. Me estás poni
a guio hacia la salida, dejándome allí, sola, doblada de dolor en medio de