No Metí en Tu Juego Prohibido
angible. Sofía sonreía mientras observaba a su hijo, Mateo, de cinco años, intentar untar mermelada en una tostada con la se
ir en una fresa gigante" , dijo Sofía,
una risita
la cintura, apoyando la barbilla en su hombro. Su aroma a
él con su voz grave y tranquila. Le dio un bes
pecho, sintiendo la s
erfecto anoche. Hoy solo es para
ura de las tormentas. Le había dado no solo un hogar y estabilidad, sino el amor incondicional que ella nunca creyó merecer. Se convirtió en el padre de Mateo, en s
oyarte más tarde. Llevaremos refuerzos" ,
es la mejor diseñadora del mundo!" , e
a su realidad, su todo. El pasado, con sus fantasmas y su dolor, es
creí
s colecciones. El stand de Sofía, "Sofía designs" , era un oasis de elegancia y minimalismo. Sus creaciones, vestidos de líneas puras y colores vibrantes, a
es cuando
is largos años, pero que su cuerpo recon
e aquí e
mundo a su alrededor pareció e
ble. El famoso chef, el dueño de una cadena de restaurantes de lujo, el hombre que había sido su mundo entero y que luego lo hab
rogancia que ella recordaba demasiado bien. No estaba solo. A su lado, con una expresión de
mpleto al cliente con el que ella hablaba. Su tono no era de pregunta, sino de afirmación
iéndola. La ingenuidad de la chica que una
vida" . Su voz salió firme, cortante, desprovista de c
Una mueca de dolor cruzó su rostro, pero rápi
eñadora revelación. Siempre
ondió ella, su tono
na diseñadora emergente era material de chisme. Los susurros empezaron a ondular por el pasillo. "¿Ese no es el chef Ricardo Al
en el bolsillo de su saco de diseñador y sacó un pequeño objeto
ismo que él le había dado años atrás con promesas de un futuro eterno.
a un susurro cargado de una emoción que a Sofía le pareci
eza. Sintió una profunda y amarga ironía. Él creía que podía aparecer después
ivocado