Mi Tercera Boda: La Elección Final
desesperación. La pesada puerta de madera se cerró con un eco definitivo, sumergiéndonos en una o
as se apoyaba contra la pared fría, su
entró, seguido por Mateo. Llevaba una lámpara de aceite qu
en el pequeño espacio. "Vas a contarme todo.
orbellino de recuerdos. No iba a darles
emboscada, regresó. Me miró con ojos vacíos mientras sus hombres me arrojaban a un hoyo. "Si no eres mía,
tierra en mi garganta de nuevo. Trag
r que la original." Creí en su calidez, en la protección que ofrecía. Pero era una jaula dorada. Cuando Mateo se volvió demasiado poderoso, Emilio me usó como moneda de cambio. Me entregó a él en
sobre no ser Sofía. Emilio me había abrazado. "No importa quién eras," me susurró al oído. "Solo importa que
a Emilio, luego a Mateo.
y sin alegría. "Mi plan era alejarme de dos parásitos q
frunció el ceño, confundido. Pero Emil
an testaruda," d
endo tan patéti
ó contra la pared de piedra. El sabor metálico de l
te, un gesto involuntario de
lio, sin apartar la vista de mí. "Estoestuvo a centímetros del mío
aterradora. "Sin comida. Sin agua. El Buitre se desangrará, y tú
la puerta, con Mateo sig
en el umbral. "Piensa en los buit
silencio nos envolvieron de nuevo, solo rotos por