Una Sorpresa En Mi Gran Día
conmovió en lo más mínimo. M
las cosas no salen como quieres, te sientes mal. Deb
rostro, antes pálido y lastimero, se tiñó de un rojo inten
de mi cas
" le recordé con calma. "Y
, Laura agarró un pesado jarrón de cristal de la mesa de centro, u
ntebrazo con un ruido sordo y doloroso antes de caer al suelo y hacerse añicos. Un dolor agudo
sonaba preocupado por mí, sino
niendo mi brazo herido. "¡Pudi
alsa máscara de médico preoc
eso," dijo, intenta
toques," escupí las palabras. "N
cayó por un instante, revelando al esta
raba ningún remordimiento. Al
espiración agitada. "Por todo e
e había planeado pasar el resto de mi vida me hab
su tono autoritario. "Estás alterando a una mujer emba
sistí, terco, aunque el dolor en mi
l. Se acercó a mí, su ros
ien. Pero primero, te vas a arrodillar. Arrodílla
ado. Quería que me arrodillara. Delante d
e, mi voz un
ido, ¿podrías por favor acompañar a nuestro invitado al cuarto de huéspedes? P
ojos. Antes de que pudiera reaccionar, me agarró por el brazo
pero él era más fuer
a puerta con llave desde fuera. Escuché el chasquido del c
"¡Abran la puerta, par de psic
las manos. Me sentía impotente, furioso y profundamente humillado. Mi brazo pa
voces al otro lado de la puerta. Hablaban en susurros, pero la puerta
ecía Ricardo. "Encerrarlo aquí
da y el amante de ella lo encerraron en su propia casa. Además, ¿qué va a decir? ¿Que le arrojé un jarrón?
una p
ad creyó que lo amaba. Todos estos años... aguantando a su familia aburrida, fingiendo que me interesaba
abra era
ás segura de que quieres seguir con esto? Podríam
er que Armando se sienta culpable. Eventualmente, cederá. Nos dejará la casa, me dará una pensión generosa... Los hombres c
lo una infidelidad. No era un error. Había sido un plan. Cinco años de mi vida, de mi amor
abía amor y confianza. Laura no solo me había traicionado, me había aniquilado. Había convertido mis r
-