Esposa subastada
AT
ceptas a Andres Valmore
con los ojos asustados del sacerdote sin carácter. Es
je a la zorra de mi madre que quería casarme. Todo combina, desde el escote corazón hasta la fald
casi desearía no estarlo. Mejor desnuda que manchar un
vándome el arma con más fuerza e
a lo poco que me entiende si cree que el arma es el mayor mal
mismo día durante tanto tiempo? No sé cuándo dejé de tener miedo, solo esa rabia y la necesidad imperiosa de castigar a mis
a de sangre, pero, por desgracia, no es la sangre de mis enemigos. Es la sangre de la pareja que entró acci
que solo conseguí para enojarlo), por encima de mi hombro desnudo y d
sus manos tiemblan tanto que distraídamente me pr
a, y otra a la tuya , señalo con la cabeza a mi hermano gemelo, Harold , que está det
a. No soporto mirar a la traidora con la
odemos seguir con esto?, pregunta, intentando tomarme la mano. -Quiero pasar página para que
suerte con su físico. No es que importe. Puede que me case siendo niña, pero t
e odio. Sabía que iba a ocurrir, lo supe desde los doce años. Esa era la e
vida despreocupada en una en la que tuve que... digamos que saber que te venderá
papá quería que supiera lo que me esperaba. No fue un día feliz, y odiaba ver a mi hermosa hermana cas
ual supongo que debería alegrarme. Claro que, si no tomo ca
rajo el pequeño frasco transparente cuando fingió ayudarme a ir al baño. Según e
e la forma de acabar con la vida de mi marido sea en mi vagina, un lugar que jamás tocará. Eso le dije a mi hermana durante nue
y se asegurara de anunciar que solo había permitido que mi hermana viniera como recompe
mientos cuando Andres exclama: -¡Claro que sí! . Me da un codazo
risa que sé que está llena de inocencia y que no refleja mis pensami
n voto? pregunt
mi padre co