Esposa subastada
ades, Sr
as palabras. Solo puedo quedarme ahí, boquiabierta, mient
Karl . Beatriz y
que nos hizo pasar un infierno a mi hermana y a mí mientras adoraba a nuestro hermano. Donde yo me parez
al menos. Y pronto, si todo sale seg
os bien? -pregunta Andr
Sí , confirma con un gesto de la cabeza. -La zorra es tu
u lado y me rodea los
dirte de tu fam
una despedida entre lágrimas de quienes me acaban de ve
rme de mi hija
uena como si lo
a Andres , ignorán
favor. Quiero abraz
tan. Es demasiado poco y
uerta por la que entró-. Ahora mismo, joder. -Añade la ú
lida. Apenas puedo seguirle el ritmo, casi tropiez
os enmascarados. Todos visten de negro de pies a cabeza; lo ú
cuando Andres asiente, el extraño les h
unto, pero no ob
oso, irrumpen en la iglesia. En cuestión de segundos se oyen disparos, y a pesar de
, ¿por qué me quedo aquí? No me importa si están
e vaya. Les hago señas obscenas a algunos, pero aparte de eso, mantengo la vista al frent
a a su lado. Sabía que Jimmy andaba merodeando por ahí. Años de ser hij
vantando las manos con tristeza,
, siento una gran emoción a medida que me
plicar más por su vida-. Tú
e Andres -. Te lo
el pecho, enviándolo a la sangr
cio con voz firme y c