No Soy la Luciana que Rompiste
ó del shock a la más
ueña Sofía, que se aferraba a mi pierna mientras
equívoca. Una fa
aso. Su arrogancia se había desmoronado, dejando al descu
letamente en mí. "¿Estás bien, amor?" pregunt
su tacto tranquilizador. Me giré hacia Máximo, sintiendo la
tro de la chica que una vez le suplicó amor. "Este
s mi vida ahora. Tú y todo lo que pasó entre nosotros... fue un err
la de tierra sobre el a
tró cuando estaba rota, me ayudó a reconstruirme y me ha dado una felicidad que tú ni siquiera ere
coche para mí y para Sofía. Nos acomodamos dentro, y antes d
silenciosa superioridad de un hombre que n
la figura de Máximo, sola en medio del aparcamiento,
pio. Ivan simplemente tomó mi mano y la
r de ello?" pre
olo quiero llegar a cas
esees,
trabajaba en unos planos en su estudio, me senté en el balcón con una
a abierto una puerta a un
ersidad. La Luc
se enamoró del estudiante de derecho m
ustaba escuchar guitarra clásica en la
la plaza y bailaba para él en la distancia, sin que supiera que era par
a ciudad. Corrí bajo la lluvia torrencial, cruzando media ciudad para comprarl
vió. Vio la intensidad de mi
a apasionada, él era el intelectual brillante. Éramos
é mi corazón
, más tarde, piso