Lina: La Curandera Que Renació de la Traición
s hombres de Máximo
remonia en una fosa común que habían cavado
ventana de mi hab
a tierra era un pedazo de
ivas. Vi a mi prima, con la que jugaba de niña en el río. Vi
l altar de la ambición de un h
e convirtió en cenizas. En su l
s a casa, a nuestra tierra sagrada en Oaxaca,
ncio, me levanté de la cama. El dolor era i
raba fuera de
des. Todavía
o, Tessa. No pued
ena iluminaba las buganvillas, haciendo q
estaba suelta y húmeda. Pronto, mis uñas se ro
llorando en silencio
Tessa. "Recuerdo cómo te mi
sa. Era gratitud. Y l
ió. Era el del anciano sabio de nuestro pueblo. Su
rra de su car
le susurré. "Os lle