De Ama de Casa A Reina de Arte
rio, la fiebre no me dejaba dormir. Los recuerdos ven
ión escrita en la cara. Me enamoré de su lucha, de su sueño. Dejé mi carrera de bailaora, una carrera que prometía l
o creí
i abuela. Una receta familiar que solo yo conocía. El resultado fue un vino único, du
Pensé que era un acto de amor, que algún d
a a mano por mi abuela en un viejo cuaderno. Se lo di co
a él, fue solo un detalle sentimental. Nunca entendió que le es
anos de Sofía. Explotada. Robada. Y
a en mi mente. La mirada fría de Máximo. El desd
vertido en cenizas. La esperanza que me ma
sión era clara, tan fría y dur
nada qu
a habitación, yo ya estaba vestida. No me pregu
papeles so
preguntó, con f
voz firme, sin rastro de la debilid