Vino, Traición y Cenizas: La Venganza Silenciosa de la Heredera
Mateo nuestra promesa fue en
dación, una fecha sagrada pa
llí, sus risas llenaban e
lo que nos promet
e fue de sus ojos y una mueca d
e niños, Sofía.
os amigos soltaro
ro fue el destello de algo en su
da, y una marca roja, una que no era mí
intió pesado, c
o, la puerta se abrió
al de trabajo, fingiendo
esencia la asustara. Sus ojos se llenaro
¿he interrum
a un susu
antó de un s
rusco, volcó la mes
as de nuestro mejor vino se estre
corte en el brazo. La sangre empezó
le arrancó el delantal
no tienes que traba
ó, con la c
o ser una
hacia mí, su mirada er
illarla de nuevo, o se olvid
todos, pero sus ojos
Valdepeñas, la heredera, había obligado a l
mbre que traicionó a mi fami
Mateo se aseguraban de que tuv
una actuación para
ía que nadi
egaló una medalla familiar como promesa de f
redera, ya no puedo respirar",
dre en su lecho de muerte que me protegería siemp
to contigo no es pedirte demasiado, ¿verdad?", m
n ruinas, con el brazo sangr