Vino, Traición y Cenizas: La Venganza Silenciosa de la Heredera
ier cosa que dij
a la villana de un
ientras Isabela se escondía en s
un lastre. Se acabó, Sofía", di
har, cansada de inten
lenta
acue
renderlo más que cual
abrazo, me miró con una mezcla de
endo, una herramienta qu
.. Quizás yo no debería
consoló él, acariciándole el pe
cuello y desabroch
madre me había dado cuando éramos ado
a of
me la pluma de mi m
sas que conservaba de ella. Se la di en nuestro décimo a
bolsillo de su chaqueta y c
o tú, que te afer
uerza, su metal frío
as, dejando atrás el desorden, el olor a
iré
la traición me esp
el salón, con una carpeta
uiva, no podía so
mente conciliadora. "Isabela ha pasado por mucho. Creo que
donde aprendí a caminar, donde ella me contaba hi
regunté, mi voz era
los papele
r. Es para darle algo
ocumentos legales para la tr
a mitad, y luego otra vez, hasta que so
caer sobr
iste a mamá?", le pregunté, mi
pero su mirada estaba llena de
ada de nuev
ana ahora. Se merece una parte.
resonó en el silen
n quitado todo, y