La Heredera Olvidada del Tequila
una ventana se encendió, luego otra. Se
pasa
uelo, nuestra vecina de
la mano. Su rostro furioso se transformó ins
está teniendo otra de sus cr
peles rotos. "¡Gané un premio y él
uerta, tambaleándose por el alcoh
agradecida! ¡Entra a
mano levantada. Me enc
e atrevería a pegarme delante de todos. Sus ojos, s
legó la abuela Isabel
nla en paz. Pobrecit
instante, casi me derrumbo en su abrazo. Era el mismo g
niña. Vamos ade
esperanza, una
é un contrato. Pod
z de su mirada se desvaneció, reemplazada por un frío
u voz era apen
S
mezcla de miedo y algo más oscuro. M
mos celebrar. En
naba como una se
rocediendo. "No