icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon

Prohibido para el Presidente

Capítulo 5 Elías no lo recuerda

Palabras:993    |    Actualizado en: 23/06/2025

aciones: tacones rápidos, teclados sonando al unísono, voces en tono bajo hablando de estrategias, inversiones y reuniones. Para Elías, era como ent

a imperfección pudiera desatar un colapso. Desde su pequeño escritorio, instalado justo afuera del despacho de Alexan

ra la e

gárselo. Había algo en Alexander Devereux que le helaba la piel. No era simplemente su tono de voz o la frialdad con la que

Elías no lo

uel rostro... no

jo, leído sobre sus inversiones en Asia, su agresiva estrategia para desbancar a sus competidores, su fama de ser despi

que lo relacionara con su pasado. Alexander Devereux era

uera a tragar? -preguntó Amelia, al pasar jun

ió, sin mu

ruinar nada. Todaví

a-. Alexander tiene la paciencia de

me, dejando tras de sí

xan

un compañero con ese nombre, cuando era más joven... o al menos eso creía. Era una idea difusa, una sombra en la memoria. Pero cuando intent

os donde no los había. O tal vez su nueva vida, tan distinta de la que había ll

e había aprendid

dos se habían desvanecido con los años, sepultados bajo la urgencia de sobrevivir. Era posible que entre esos recuerdos estuviera ese supuesto

z grave, cortante como un bisturí

la oficina con el corazón acelerado. Cada vez que Alexander lo

que suavizaba las líneas severas del mobiliario. Alexander lo

de enviarlo al com

gí algunos errores de formato y val

. Se giró lentamente,

nte seguro de que n

respondió E

en silencio. Un se

informe sobre el escritorio-. Mejor que el

ra vez que l

ino porque durante ese par de segundos en los que Alexander lo miró directamente, sintió otr

a decir, con una sonrisa que le sa

der no

us ojos. Una sombra de algo q

arse -ordenó

d. Le temblaban un poco los dedos. No era normal sentirse así después de una reunión de ru

con él?, pens

que hay algo q

para interrogantes sin respuesta. Tenía trabajo que

ereux era su

más en l

n la cima de

a la que debía servir

r otra daga en el corazón de aqu

ba marcharse con una mezcla de deseo

Obtenga su bonus en la App

Abrir