Líneas Prohibidas
nadas lluviosas de los últimos días. Marina se despertó antes de que sonara el despertador, lo cual no era habitual en ella. Llevaba
n sí, sino por lo que estaba empezando a implicar. Hasta ese momento, todo había sido circunstancial: encuentros casuales, charlas triviales, un interé
recto y unos tacones bajos que le daban firmeza a su andar. No buscaba impresionar; prefería seguir tr
rada, participó en un par de paneles, intercambió tarjetas con algunos empresarios, pe
a media ma
a de exposiciones. Vestía un traje gris claro, sin corbata, p
ción de cabeza, seguida de una sonrisa casi imperceptible. Marina
mensaje en su móvil. Era de un número que no te
la cafetería del lobby. Me encantaría compar
explícita de prisa o presión, pero la invitación lleva
ndió bre
minutos es
mesas junto a la ventana. Un rincón apartado, lejos del bullicio de los demás
arse, Julián s
sonrisa mientras le indica
ella mientras se acomodaba-. Además, un buen caf
está siendo intensa. Me pareció un buen mom
Marina observó cómo Julián la miraba, no de manera invasiva, sino con
re la diplomacia y la audacia? -pregu
, divertido p
ente me interesa, me resulta natural arriesgar un poco
a cabeza, como
parece alguien que consigue
-preguntó él
ad de quien no suele escuc
s sobre la mesa, inclin
resante esta conversación. Usted no
No era un halago vacío; había en sus palab
a desconfiar de lo que parece demasiado perfecto. A ve
or un instante, como si sus palabras lo
creemos. Todos llevamos capas que usamos según lo que queremos mostrar. Aun
e curiosidad. Había un dejo de melanco
fico -dijo, intentand
o, con un tono más suave, añadió-: Pero ahora mismo prefiero concentrar
nando por un terreno cada vez más íntimo, pero sin perder la elegancia. Era ese juego s
resultando agradable -
intió, sa
uen comienzo para l
tó una peq
bién sabe planear
spondió él, y nuevamente la miró con es
la tensión entre ellos había cambiado. Ya no era solo un coqueteo
compleja sería la red que los envolvía. Y cuán