Líneas Prohibidas
la enorme ventana de su habitación de hotel, Marina observaba el tránsito inicial de vehículos
e inofensivo, la había dejado intranquila. No por incomodidad, sino por lo opuesto
án A
le sonaba vagamente familiar, pero que no lograba ubicar. Quizá, pensaba, sería simplemente por su
acompañado de tacones bajos. Quería proyectar seguridad, profesionalismo. Pero no pudo evitar pen
e trabajo estaban organizadas por sectores y, como era costumbre, los asistentes comenzaban
camino, hasta que encontró un asiento libre cerca del escenario. Tomó a
es lo
resencia de alguien que te observa. Levantó la vista, cas
s, conversando animadamente. Sin embargo, sus ojos estaban fijos en ella. No
o eterno, se mira
agerados. Sólo una comunicación muda, car
tro de un juego que recién empieza. Marina, un poco sorprendida por su propia reacción, correspondió co
Cada tanto, sus ojos volvían a buscarlo. Julián no estaba siempre mirándola, pero cuando lo hacía, ella lo percib
ina intentó distraerse charlando con algunos colegas, pero nuevamente, la
ue cruzando -comentó él con tono r
la, sintiendo el aceleramien
on lo que está escuchando? -pregunt
econozco que, a veces, más interesante que las ponencia
a que esperaba. Y lo supo al instante por la lev
ustamente estaba pensando lo mism
cómodo. Todo lo contrario: de
iza? -preguntó ella, retoma
e inversión en Europa y América Latina. Este año estamos explo
na firma de asesoría financiera para empresas medianas que busca
ó antes su nombre que su currículum -comentó
l control. Pero la piel de sus mejillas comenzó
bueno o malo -respondió, jug
o aún más el volumen de su voz, como si sólo le hablara
ó que la siguiente sesión estaba por com
rnada seguimos conversando? -preg
aba ese tipo de invitación. Sabía que el juego su
terior deseaba aceptar. Y ese deseo
-contestó
tiendo un silencio cargado de expectativa. Los primeros pasos de algo