ESPOSADA AL CORAZON
enas había dormido, atormentada por la pesadi
puerta resonaron, su cuer
de los guardaespaldas desde e
para
sonaban como
n comprender lo q
gistro civil. Un acto tan hermoso q
a ca
lla verdad la hi
nía el
ía esca
ano le pareció un augurio: nada en ese día tenía calidez. Se sentó en el asiento trasero sin mirar al conductor. No lo conocía,, quizás- había una joven que soñaba con flores, con una canción suave de fondo y con un vestido blanco. Con la risa de su madre p
ro no con amor. No con
as, comiendo helado, riendo, cargando bolsas de compras... ¿sabían acaso lo afortunados que eran? Katherine sintió una punzada amarga. No había familia esperánd
Por vacío. Por miedo. Por desesperación. En su garganta subía una
evaporó sin que pudiera gritar. A veces, ni siquiera era necesario un grito para encerrar a alguien. Bas
añana. Gris como su ánimo. Lo había sacado de una maleta vieja, lo primero que encontr
rabia o la tristez
fingir que era fuerte. Pero dentro de ella algo se rompía. Cada kilómetro la alejaba de sí misma, de quien había sido, de
sellado sin promesas.
l edificio. Su postura impecable, s
o dijo nada
la única compañía de sus
a ya con los documentos pre
a seguridad y determinación
llegó a Katerin
aron fue un recordatorio afilado
la idea de negar
¿qué l
endido, si nadie la ayudaría..
el labio, t
seco y firme, fi
ov ahora era K
, pero no hubo celebración, ni risas, ni s
guardó el documen
inamos
tió su corazó
estaba de vuelta e
irando sin ver el ventanal que daba al
do sen
la miró
tu
mente, pero había co
sepas que n
a bajó l
o e
egó con l
vez necesitas hablar, si alguna vez
pero en su interior sintió q
ue llegó a los Estados Uni
s manos con suavidad-. Sé que parece frí
sintió un
lo que no
a detrás d
pudo pr
una sonrisa cálida-. Voy a coser
parpadeó c
ba aquella
oser
gustaría i
el caos en su m
ue la alejaría, al menos por un
int
tá b
una sala más acogedora, donde varios ret
n cuidado una de
bon
ia so
ntarás sobre tu
izo que Kateri
us
ho
pris
un recue
ron por un instant
ónde emp
ba hilo y aguja,
ina to
da en Rusia le p
, con una paciencia que nadie le
e un hombre ambicioso. Creció en un mundo donde el poder lo
frunció
uiste consci
sonrió con
amaba. Que me protegería. Pero con el tiem
ilencio, permiti
o tenía solo nueve años. F
olpearon su ment
ío de
ros en los
ue acechaban e
u lado en reuniones, mostrándome como su preciosa hija... la intocable K
su mano con
te pasar p
desvió l
a mafia no te deja opcion
ia as
mpoco elegis
ió un nudo en
quizás eso ta
esado se insta
r un momento antes de
siento que aún tiene
sonrió c
ar si el destino
udiera responder, las puert
asos firmes, impon
dro Morgan avanzó c
se tensó d
recordaba a su propio padre...
gió su mirada a
esposa de mi hijo -di
apretó l
resp
reció sorprendido
mportante. Presentaremos oficialmente a
ntió una ole
oy un
dro alzó
ra. Y como tal, debes
sintió el
cir algo más, Alicia le dio u
ra -le
mento se había mantenido
-le ordenó con voz fr
se quedó
¿Q
ró sin rastr
Ah