ESPOSADA AL CORAZON
vado de Aaron Morgan fue
on la espalda rígida y las manos apretadas sobre su regazo, observando c
que su vida quedaba más y más atrás. Su hogar. Su país. Su libertad. Todo se desvanecía, y lo único
atisbo de control en una situación en la
n de encierro se hacía cada vez más insoportable. Estab
ogancia en su asiento, bebiendo whisky con la misma indiferencia con la que
legada, Katerina sintió un esc
oner un pie en un país que nunca había sid
ión. Todos habían
dos U
la pista privada, donde ya los es
ndose la chaqueta de su impecable traje
no se
ldas se acercó a su la
ar, señori
permitiendo esto? Su orgullo le gritaba que resistiera, que luchara... p
de pie. Pero no porque lo aceptara. S
l rostro, pero no le trajo alivio. Era la brisa de un país
acercó a Aaron
adre ya lo es
idad con la que siempre actuaba.
la mansión -ordenó sin mirarla s
za y posó sus ojos a
empacar. Aquel
un escalofrío rec
a adver
más, se subió a la primera camio
vehículo alejarse con el corazón enco
brió la puerta de un
señorit
ia contenida. Pero, una v
o, sintiéndose más p
nsión
iradas vigilantes. Katerina mantuvo la vista en la ventanilla, observando cómo
ron, su coraz
un pa
de mármol, ventanales enormes y jardines perfe
n, y los guardaespaldas
exterior. Techos altos, candelabros brillant
nción fueron las cuatro figur
o y una mujer de elegante presen
e de pie fue la mujer
trecerraron al
Alicia su tono era mesurado, p
s se mantuvieron en su
nudo en la garganta.
o podía
dejó que las palabras salier
en contra d
en la sal
se miraron entre
nció leveme
Per
na no t
más que una simple transacción. A
aron de inmediato. El impact
preguntó una de ella
tuvo su mirad
on Mo
yó como un pe
a línea tensa, mientras las tre
y Katerina supo que su presencia e
orizonte con su estructura de vidrio y acero. Su nombre no solo representaba una empresa
egro, perfectamente ajustado, resaltaba aún más el hielo de sus ojos azules. Entró al edificio
señal de respeto a su paso. Sabían
o, su padre, Alessandro Morgan
rta. Entró como si el
salpicados de canas y una mirada penetrante, lo recibió con una leve inclin
lessandro, dejando a un lado unos
erreno inestable, pero útil
sbozó una l
s. ¿Las negociacio
ente al escritorio
los términos que establecí. Su imperio estaba al b
soltó una
hace que incluso los hombres más
acta
ssandro brillaro
mpañía, nuestra expansión ha sido más agresiva que nunca.
in dejarse afecta
solo existe par
o observó c
los números. Pero tú entiendes algo crucial: e
ue Alessandro le ofrecía y la a
, padre, está e
sonrió con s
Cómo piensas mane
vaso sobre la
lo
ta intrigó
¿C
pronunció las palabras con la misma fri
a ca
oficina fue absolut
te la cabeza, procesando
on q
bre el brazo del sillón
aterina
ada, pero al ver la seriedad de
as en
e hablo
en su escritorio, e
ergei Volkov. ¿Estás diciendo que
pondió Aaron con calma
ró con atención, ev
obtuviste
uto sobre los nego
o sonrió l
realmente desesperado
est
vaso de whisky y le dio
vulnerabilidad de Sergei para humillarlo
inó levemen
es efímera. El
ro rió su
¿Qué piensas hac
en el sillón, con una
e sea n