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CEO Maverick

Capítulo 9 un beso

Palabras:1352    |    Actualizado en: 23/04/2025

alla. Tenía una vista perfecta de su trasero curvilíneo, cubierto por unos jeans. Tropezó y se detuvo. No había forma de que pudiera atravesar ese maldito agujero. Ella se levantó y se secó las mano

ivera estaba parado justo frente a mí. Sólo la fina malla metálica de la valla nos separaba. Tragué saliva. - Por favor no lastimes a mi familia. Su m

locó su mano sobre la valla, a una pulgada de la mía. Tan cerca, que sentí el calor que emanaba de su gran cuerpo. -No voy a hackear tu sistema. - Yo dije. -Cuéntame todo lo que está pasando. -exigió. Lo dijo como si estuviera acostumbrado a hacer exigencias y que se las cumplieran. Negué con la cabeza. -Remi. Respiré profundamente. Él sabía mi nombre. Me mordí el labio inferior y sentí un vuelco en el estómago. Vi su mirada bajar hasta

Manhattan y nuestros caminos nunca volverán a cruzarse. -Quiero saber quién se puso en contacto contigo y cómo. Quiero encontrar al idiota. Negué con la cabeza. -No hay manera de encontrarlo. Mi

io del sector tecnológico pudieran estar en la misma habitación, y mucho menos respirar el mismo aire. Dios. Yo bebí de ella. Ojalá lo hubiéramos hecho. Impulsivamente, me incliné. Él también. Presioné mis labios contra los suyos a través de la tela, el hilo fresco sobre mi piel. Apenas lo probé. Luego me giré y corrí. -¡Remi! Maldición. Corrí hasta la siguiente calle y seguí corriendo hasta qu

ndirte ahora La ira me invadió. Él estaba tratando de intimidarme. Puedo y lo haré. Así que simplemente tendré que convencerla de que completar el trabajo es lo mejor para ella. Había una foto adjunta al mensaje. Lo abrí y sentí el sabor de la bilis en la garganta. No. Era una foto de Charlie, Jamal y Naomi, con mochilas colgadas de sus hombros, caminando hacia la escuela. Faltan cuatro días para la fecha límite. El mundo se me vino encima. Intenté ayudar a mamá, pero lo único que hice fue poner a todos en peligro. Sentía las rodillas como gelatina y quería desmayarme. Me mordí el

Parpadeé y me di cuenta. Tenía mi número de teléfono celular. ¡Diablos!, era un gurú de la tecnología que era dueño de la mitad del país. Probablemente sabía mi nombre completo, el saldo de mi cuenta corriente, mi talla de sujetador. Apreté mi mano sobre mi cabeza. - Él se puso en contacto conmigo. Maverick maldijo. -Sí, no está contento porque le dije que no estaba haciendo el trabajo. -Encuéntrame. Mi mano se apretó alre

hermanos mayores, Carlos y Daniel, en Mortal Kombat. A él todavía le gustaban los juegos. Tenía una bonita ins

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