La esposa oculta del CEO
Emiliano como si pudiera encontrar en su expresión alguna señ
a siendo
había bajado sus defensas,
rmitirse caer en la tram
amar, ¿qué ha
n la voz más firme de lo que realmente se sentía-. No puedo quedarme
partó l
escubro dem
hirieron más d
ya no es
s era espeso, cargado
siempre, fue el prim
tono volviendo a ser calcul
miró con in
de f
je que se
retó lo
s con las pala
riedad-. Pero tampoco voy
tragó
oport
r por la puerta y alejarse
pies no s
r q
lo que había querido d
espiró
sito
respondió
, su voz sonó más s
óm
lentamente y s
era lo que re
a algo que t
nti no saldría tan fá
nos de incertidumbre, de pensamientos que la devoraban mientras caminaba por los pasillos de la mansión, co
ensación de vacío. Emiliano había desaparecido en sus compromisos
, nada lo
o. Sin embargo, Natalia sabía que dentro de ella algo había cambiado. No podía regresar a la forma en que vivía antes, cuando las palabras de E
fresco, y más que nada, alejarse del peso de las paredes que la rode
es, pero su mente seguía atrapada en la conversación reciente con Emiliano. ¿Qué significaban sus palabras? ¿Realmente no sabía l
cuestionaban su autoridad, su poder, su control. Pero Natalia nunca había sido una de esas personas.
tante, profesional, pero con el tiempo algo cambió. Él la había tomado por sorpresa con su dureza, su ambición,
do el inicio de algo que ninguno de los dos había planeado. Pero lo que no entendió en ese momento fue cómo Emiliano había estad
ella, intentando encontrar
como siempre, con esa mirada que podía atravesar cualquier barrera. Cuando sus ojo
él, con su voz g
ir. En sus ojos brillaba una mezcla de determin
la, su tono más desafia
rente a ella, observ
ero que dej
olpearon de lleno, como una o
rendida por su acusaci
on firmeza-. Huyes de todo esto. De l
va, sintiendo el p
ndió con voz temblorosa, a pesar de
mente, dando un
eso no significa que te
atalia sintió cómo las palabras q
a, pero su voz se apagó
avemente en el brazo, su contacto leve
baja-. Sé que tienes miedo, pero también sé qu
ente dejarme ir? -preguntó
ra con sus propios pensamientos. Luego los abrió nuev
tas más de lo qu
su cuerpo. Las palabras de Emiliano eran co
to -dijo ella,
eguntó él, su tono suave, pero
uesta era algo que no quería admitir. Po
ebró ligeramente, pero no dio marcha atrás-. Lo que me asusta
tre ellos, mientras Emilia
ue descubrirlo. -Su vo
era vez, sintió que la única salida era enfrentar lo que realmente sentía por él. Pero hac
si el mundo siguiera girando sin importar lo que sucediera entre