Conmigo me basta

así que se levantó más contenta de lo común porque había llegado e

r de sol a sol y recoger suficiente dinero para cuando fuere mayo

edazo de espejo que encontró tirado en la calle y que ella misma lo decoró para luego colgarlo sobre la pared, se d

s casas de las vecinas que podían pagar. Además cuidaba algunos niños, paseaba a las m

monedas para poder comprar una botella de alcohol. Sin embargo, Amaïa se mantuvo digna y sin nada de que avergonzarse. Sie

es la hicieron pasar provocaro

e su vida porque finalmente podría

inero que logró obtener después de tantos años de esfuerzo, no er

tas sencillas y algunos enseres

atarle la bolsa de papel donde llevaba el dinero pero ella se les enfrentó, los empujó a am