TRECE: SERENDIPIA
sticamente. El frío había invadido el luga
de par en par y dieron pa
entó Zahinos con asombro—
evitó su
unos instantes— el tono de
nifica, ¿Verdad?— preguntó Zahi
tó un suspi
lo está eres tú— y no le
irigió hacia el patio trasero en
a, se silenciar
sentó en me
de que lo harán bie
formó un
s mucho por lo que si algo falla sabrem
la mirada h
da fácil, pero debes
vó a Phoen
que tenemos las mismas ganas de encon
estaba seguro r
renamiento no son suficientes
abemos— a
de hacerlo?— r
levantó
anos la oportunidad
imitó su
?, pónganse los guantes
o y luego en uno fueron colocándos
la fortaleza y Phoenix los guio h
se tornaro
y seguro de esto— d
el ceño, suspi
dió con cierta molestia— ¿Habrá alguna diferencia mañana? No, ¿
edaron i
lejo E y señaló sus guantes— ¡Saben que nosotros podríamos ocasionarles mayor daño si
lema— respondió
re no está consciente de ello, jamás ha ingresado al Complejo E, pero yo lo he hecho... Inténtenlo ahora, yo
el día anterior y se infiltraron por una abertura que solo
el Complejo E y luego fueron alejándose de ella, a un
n con temor y cuidand
opado con uno, simplemente están al tanto de ellos, pero eso solo lo sabrán ante c
complejo, pudieron notar lo diferent
felices a compa
soñado. Familias, amigos hasta parejas que sonreían como si todos fueran iguales y eso era la mejor p
como lo había imagin
?— preguntó Ph
pondió con una so
o vieron la
parque cercano en que los h
bservar. A observar como mostraban sus mutuos afectos, y
su mutua compañía, como los inv
pequeña sonrisa escapaba del
na familia que se encont
estaban jugando cayó hacia donde ellos se
yron se puso a la par del pequeño para devolvérselo. El niño observó a Myron fi
segundo antes de que el niño pudiera tocarlo, Myron dio un paso h
lver con
tió y regres
la calidad del roce de alguien más— dij
o— respond
oder ser como ellos, para conseguir el pod
e son tan afort
rar esto, lo deseamos más que
sí será—
que les permitía apreciar gran parte de la ciudad. Era como Cheongug o al menos eso ha
al igual que el pa
bservar desde lejos lo que
sma especie, pero en su manada, una caricia o un abrazo, no ex
ue se mostraba ante sus ojos y como n
e irse, mañana empezarían con e