Mi esposo millonario: Felices para siempre
sey Brooks, ataviada en un inmaculado vestido blanco, mientras se aferraba al brazo
estaba a punto de comenzar, el hombre leyó un mensaje de texto y, sin du
ente está aterrorizada y yo debo estar ahí para ella", respo
uso pálida
ba cinco años saliendo con Felix y, durante todo ese tiempo, si
omo una hermana para él y le pedía a Linsey que co
ese era el dí
icaba que tenía que soportar que el hombre que se c
importar lo que haya pasado, hoy tienes que quedarte! ¡Por f
oda. En este momento, Joanna está herida; si algo le pasa y yo no voy, ¿asumirás
ra pudiera decir otra
nte, terminó en el suelo. Desde allí, aturdida y sin aliento, observó có
és, su celular
uchar la engreída y triunfante voz de
con Felix, ¿no? ¿Te gustó
o hiciste a propósito. Solo querías probar que Felix saldría cor
!", respondió Joanna con arrogancia; cada una de sus palabras estaba cargada de burla. "Apuesto a que te pasaste meses plan
su vestido y, por primera vez, vio los últimos
por formar parte de una familia, por t
. nunca le i
egado la hora de dejar de rog
á como está programada!", declaró,
está allí. Dime algo, ¿cómo planeas celebrar la bo
na sonrisa burlona: ¿quién dijo q
tonces buscaría a alguien más, ¡y esta vez
a que estás tan desesperada por tenerlo, te lo regalo. A fin de cuentas, ¡no hay mejor pareja que un hombre sin cará
suerte, que...", replicó Joanna,
u amenaza, pues su interl
n media hora, ¡así que tenía que enco
el dobladillo del vestido y
s negros, cuyas imponentes presencias enviaban un mensaje claro mientra
silla de ruedas; su postura era rígida y autoritaria
ontraron a Haven?", le preguntó en un tono auto
hay rastro de la señorita Walton. Parece que huyó...", re
e volvió dura, fría e implacable, como la de un depredador evaluando a s
omprendió lo que pasaba: a ese hombre lo hab
el dobladillo del ves
nstante, colocándose frente a ella c
e que está haciendo
entró en ella; su sola presencia era
a, le dijo con firmeza: "Señor, tengo entendido que su novia se es