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ÉPSILON: MUNDOS ALTERNATIVOS

Capítulo 4 Nuevamente en Casa

Palabras:1235    |    Actualizado en: 25/03/2025

aura ya había aprendido su primera lección sobre Epsilon: cuando el dispositivo decidía que era hora de partir, tenía aproximada

mismo lugar donde había comenzado su viaje. El reloj de la pared marcaba las 9:17 AM, apenas cinco minutos después de su partida. Era desc

torbellino de pensamientos y emociones. El techo familiar de su cuarto

asado minutos -murmuró para sí misma, girándose d

Alejandro que ella conocía. Su Alejandro nunca habría liderado una revolución; siempre había preferido mantener un perfil

Con letra cuidadosa, escribió el encabezado: "Primer salto - Mundo subterráneo". Debajo, anotó los detalles temporales que aún la desconcerta

do y valiente que el Alejandro que ella conocía. Una sonrisa se dibujó en sus labios al recordar que, a pesar de todo, conservaba ese gesto tan característico, esa sonrisa torcida que aparecía

todas las realidades. Pero había algo que la inquietaba profundamente, algo que la hizo detenerse y morder la punta de su bolígrafo antes de escribir la última o

Cómo podía este Alejandro recordar una conversación de su realidad? ¿Era una c

servando el artefacto que ahora descansaba en su mesita de noc

a le provocaba una sensación extraña, como un déjà vu que no lograba precisar. Volv

a comprender cómo cada salto podía durar días enteros allá mientras aquí transcurrían solo minutos. Se detuvo un momento, pensativa, antes de añadir la pregunta sobre los otros Alejandros

caba en la cama, su santuario en medio de un caos que apenas estaba empezando a comprender. La lámpara de la mesita emitía una luz cálida y tenue, proyectando sombras danzantes

ue parecía tener vida propia. Laura no podía decidir si le reconfortaba o le inquietaba. Cada pocos seg

cansancio. Su sonrisa, aunque pequeña, tenía un toque resignado, como si acabara de aceptar que est

e mirarlo de nuevo. El brillo del artefacto parecía cambiar sutilmente, adaptándose a la penumbra de la habi

ndo, eh? -dijo en un susurro, con un

lo pulsando un poco más fuerte. Laura soltó una risa nerv

xtraterrestre -murmuró, rodando los ojo

eno, a los "Alejandros". Su ex, con su expresión de eterno escepticismo, y el Alejandro de aquel mundo extraño, con su cicatr

dijo en voz baja, con una mezcla de curiosidad y un e

nte en estar de vuelta en su cama, en su pequeño espacio seguro, donde el caos del mundo exterior parecía queda

iguales. ¿Y si había más mundos? ¿Más posibili

uiñara un ojo en complicidad. Laura le devolvió

que me vayas a teletransportar. Mis jeans no están diseñados para salvar el mundo

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