Entre las redes de la mentira: Todo por amor
despeinado, le otorgaba un aire relajado y natural, como si el viento hubiera jugado con él momentos antes. Vestía una camiseta blanca, simple pero elegant
altando su silueta con gracia. Unos zapatos beige completaban su atuendo, dándole un toque de elegancia sutil. Sus
de su última conversación, pero en su mirada azul seguía brillando aquella calidez inconfundible, reflejando serenidad
do del aroma a óleo y lienzos recién pintados, mientras el murmullo de los visitantes llenaba la sala con un fondo discreto. Por un instante
volvía, como si el universo les estu
ntó Luis, con al
ndo una sonrisa nostálgica-
cercano para ponerse al día. Mientras bebían sus tazas de té
muy rápido. Solamente me hiciste
sca en esa ocasión. Que
nando y tú? _ preguntó con un
ito un tiempo para organiz
s se iluminaron. Recobrando la esperanza
te en la ciudad. La sorpresa en sus rostros era evidente, como si por un instant
sonrisa nostálgica-. Estabas en la entrada de la Facul
anera inconsciente, incl
gabas tarde a clase. Chocaste conm
ba Diseño, mientras que Melani se especializaba en Artes. A pesar de estar en dif
bromeó Luis, con un brillo divertido en los ojos-. Y cómo
mochila ocupaba todo el asiento, y cuando me
uavidad, recor
ba acostumbrado a c
ses, solían terminar sentados uno junto al otro en la mesa de la cafetería universitaria. Melani siempre pedía su café con leche bien caliente y una porción de pastel, mientra
iempre curioso, se atrevió a probar un plato picante sin medir las consecuencias, y terminó con los ojos llorosos y pidiendo desesperadamente agua. Melani,
al entre ellos, un vínculo que, sin que lo notaran en e
e diseño -dijo Luis con gratitud-. No habría po
el recuerdo-. Aunque también recuerdo cómo me hiciste un
s sus dedos dibujaban círculos sobre la mesa, como
fecto para ti -confesó,
boceto. Habían estado en la biblioteca, rodeados de libros y papeles, con el reloj marcando casi
n aquel entonces, dejando su lápiz sobre la mesa y
ta parte -respondió Melani, s
a trazar líneas con precisión. Melani lo observó fascinada, viendo cómo, en cu
urró, girando la
cisión y el cariño en cada trazo. Levantó la mirada y se enco
habían ignorado hasta ese momento. Luis tragó saliva, su respiración se
suavemente los suyos. Fue un beso tímido al principio, como si ninguno quisiera romper la magia del momento. Pero luego,
, encontrando la mirada de Luis brillando
parte del proyecto -bromeó
, aún sintiendo el co
onfesiones silenciosas, supieron
ra confesar sus sentimientos. La llevó a uno de los jardines que rodeaba
-admitió Luis, riendo-. Tenía
amó Melani con emoción-. Fui
laban durante horas sobre sus sueños y planes para el futuro. Querían viajar juntos,
latía más rápido de lo que le hubiera gustado admitir. ¿Realmente el tiempo había
e Fernando, comenzó a acercarse a Luis de una m
preguntó Melani, con un t
su expresión e
ar cerca de mí. Yo intenté mantener las cosas clara
ue no confiabas en mí, y yo también me volví inse
orbo de su té,
s antes del incendio. Dijimos c
, sus ojos lle
do cambió tan rápido. Apenas pu
mento, dejando que los recuerdos se
nos momentos que compartimos. Me enseñaste
as -respondió él, sonriendo suavemente-. Lame
anta-. Pero quizá este reencuentro sea una oportunidad para
asi
podría ser el comienzo
isma chispa que había visto años atrás. Aunque no
do finalmente decidieron marcharse, él se ofreció a llevarla a casa. Sin embargo, Melani le pidió que la dejara unas
atía acelerado después de la sensación incómoda de ser seguida. Aunque no vio a nadie al voltear, el m
ede?_ pregun
n estaba detrás de mí, apresuré el paso, inc
ceño mientras se se
a primera vez que sucede. Es necesario tomar prec
iento -Melani se llevó una mano a la frente, tratando de calmarse. Lueg
eó una ceja,
s? ¿E
frunció
S
omó un so
al
rle a su amiga lo bien
beza apoyada contra la pared. Había salido en algún momento de la noche, incapaz de soport
o, iluminando la habitación.
Te estás hundiendo. Esto no va a
mejor. Sabía que había cometido errores, errores que ahora parecían insalvables. Había pensado que su
a Melani, aunque sabía que
r contigo. Por favor, d
o, cerrando los ojos con fuerza mientras trataba