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Entre las redes de la mentira: Todo por amor

Capítulo 4 Un reecuentro esperado

Palabras:2057    |    Actualizado en: 16/03/2025

despeinado, le otorgaba un aire relajado y natural, como si el viento hubiera jugado con él momentos antes. Vestía una camiseta blanca, simple pero elegant

altando su silueta con gracia. Unos zapatos beige completaban su atuendo, dándole un toque de elegancia sutil. Sus

de su última conversación, pero en su mirada azul seguía brillando aquella calidez inconfundible, reflejando serenidad

do del aroma a óleo y lienzos recién pintados, mientras el murmullo de los visitantes llenaba la sala con un fondo discreto. Por un instante

volvía, como si el universo les estu

ntó Luis, con al

ndo una sonrisa nostálgica-

cercano para ponerse al día. Mientras bebían sus tazas de té

muy rápido. Solamente me hiciste

sca en esa ocasión. Que

nando y tú? _ preguntó con un

ito un tiempo para organiz

s se iluminaron. Recobrando la esperanza

te en la ciudad. La sorpresa en sus rostros era evidente, como si por un instant

sonrisa nostálgica-. Estabas en la entrada de la Facul

anera inconsciente, incl

gabas tarde a clase. Chocaste conm

ba Diseño, mientras que Melani se especializaba en Artes. A pesar de estar en dif

bromeó Luis, con un brillo divertido en los ojos-. Y cómo

mochila ocupaba todo el asiento, y cuando me

uavidad, recor

ba acostumbrado a c

ses, solían terminar sentados uno junto al otro en la mesa de la cafetería universitaria. Melani siempre pedía su café con leche bien caliente y una porción de pastel, mientra

iempre curioso, se atrevió a probar un plato picante sin medir las consecuencias, y terminó con los ojos llorosos y pidiendo desesperadamente agua. Melani,

al entre ellos, un vínculo que, sin que lo notaran en e

e diseño -dijo Luis con gratitud-. No habría po

el recuerdo-. Aunque también recuerdo cómo me hiciste un

s sus dedos dibujaban círculos sobre la mesa, como

fecto para ti -confesó,

boceto. Habían estado en la biblioteca, rodeados de libros y papeles, con el reloj marcando casi

n aquel entonces, dejando su lápiz sobre la mesa y

ta parte -respondió Melani, s

a trazar líneas con precisión. Melani lo observó fascinada, viendo cómo, en cu

urró, girando la

cisión y el cariño en cada trazo. Levantó la mirada y se enco

habían ignorado hasta ese momento. Luis tragó saliva, su respiración se

suavemente los suyos. Fue un beso tímido al principio, como si ninguno quisiera romper la magia del momento. Pero luego,

, encontrando la mirada de Luis brillando

parte del proyecto -bromeó

, aún sintiendo el co

onfesiones silenciosas, supieron

ra confesar sus sentimientos. La llevó a uno de los jardines que rodeaba

-admitió Luis, riendo-. Tenía

amó Melani con emoción-. Fui

laban durante horas sobre sus sueños y planes para el futuro. Querían viajar juntos,

latía más rápido de lo que le hubiera gustado admitir. ¿Realmente el tiempo había

e Fernando, comenzó a acercarse a Luis de una m

preguntó Melani, con un t

su expresión e

ar cerca de mí. Yo intenté mantener las cosas clara

ue no confiabas en mí, y yo también me volví inse

orbo de su té,

s antes del incendio. Dijimos c

, sus ojos lle

do cambió tan rápido. Apenas pu

mento, dejando que los recuerdos se

nos momentos que compartimos. Me enseñaste

as -respondió él, sonriendo suavemente-. Lame

anta-. Pero quizá este reencuentro sea una oportunidad para

asi

podría ser el comienzo

isma chispa que había visto años atrás. Aunque no

do finalmente decidieron marcharse, él se ofreció a llevarla a casa. Sin embargo, Melani le pidió que la dejara unas

atía acelerado después de la sensación incómoda de ser seguida. Aunque no vio a nadie al voltear, el m

ede?_ pregun

n estaba detrás de mí, apresuré el paso, inc

ceño mientras se se

a primera vez que sucede. Es necesario tomar prec

iento -Melani se llevó una mano a la frente, tratando de calmarse. Lueg

eó una ceja,

s? ¿E

frunció

S

omó un so

al

rle a su amiga lo bien

beza apoyada contra la pared. Había salido en algún momento de la noche, incapaz de soport

o, iluminando la habitación.

Te estás hundiendo. Esto no va a

mejor. Sabía que había cometido errores, errores que ahora parecían insalvables. Había pensado que su

a Melani, aunque sabía que

r contigo. Por favor, d

o, cerrando los ojos con fuerza mientras trataba

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