Jessamine
la única de la ciudad, si te cruzabas varias veces con la misma persona era por mucha casualidad, o porque te estaba
opciones: o te estaba buscando, o comp
a otro en tanto ubicaba mi casillero. Solo una vez había visto a las personas que tenían los
frente al casillero mientras busc
, esa maldita canción me alegraba cualquier día amargo con solo escuchar l
y -me quejé en cuanto supe que e
para tu próxima clase y aun sigues
hacia mi pasillo en busca de mi salón. En completo silencio ingresé en él sabi
mí me escrutó sin perderse d
n un moño enmarañado, mis ojos mieles estaban opacados por unas ojeras de muerte y mi
ía siguiente. Definitivamente debía controlarme, pero era simplemente imposible y sumándole
olutamente nadie me leía, yo escribía porque nadie hacía los libros que yo me interesaba por leer y cuando lo hacían eran en páginas y
or se levantaron, yo los seguí cabeceando con la canción de turno y me dirigí a
querer al volver al frente choqué c
lmente y pasé junto al chico para
manos en la sudadera. Había mucha gente, aunque muchas mesas se encontraban vacías y d
milagrosamente desocupada, tal vez porque a la gente no le gustaba estar en el centro, casi siempre las miradas
mí el paquete de galletas, pero antes d
le pregunté al c
cer que mi humor pasar
no lo escuchaba. Rodando los
no sabía que irías a mi c
mujerzuela a coger en la misma cama donde me cog
y yo fruncí e
e a unos malos polvos -dije tranquil
gritos pidiéndome mas no decía
deno que dejes de llamarme bebe, po
mesa recogiendo mi basura y
quería, le tenía cariño. Sabía que lo nuestro no llegaría muy lejos, per
es que yo fuese fea, no lo era, solo que no solía ir todo el tiempo arreglada a la universidad y la chica co
justo para una ducha y una lavada de dientes. Los días en los que solía ir arre
logrado que mi autoestima descendiese un poco sintiéndome insuficiente ¿es que
nunca era
dría decir que era un chico, pero parecía ya un hombre hecho y derecho. Su cuerpo estaba cubierto por una camisa blanca, un jean
-susurré
viese los ojos del mismo color me sorprendió, ya q
nó al ver mis lágrimas
ce a un lado para dejar que él pas
observando mi d
ije sintiendo mis
ojaba a menos que estuviese hacie
on por eso? -negué hacie
or última vez antes de
tensos y su sola pre
ulpa otra ve
su mano sostuvo mi a
u nombre? -cues
soltó mi brazo recorriendo la dista
que no le pregunté el suyo. Seré estúpida, un tip
◈
ontraba cerca de la universidad, hacía días que no hablábamos y
jor a mi
que tienes -aseguró sentándose en
, mi habitacio
tener esta conversación -dije observando las mesa
los que no les presté atención. Del otro lado una señora con auriculares l
ción decente contigo, cuando regrese quie
onsigo su bolso y fue directo a l
a mesa repleta de chicos encontrándo
urré enrojecie
qué demonios
ontigo -yo sonreí sin poder evitarlo y mi ate
go esta mañana -dijo uno de ellos y mis ojos s
al, parecía de al menos unos veinte años, casi d
sto -él rio burlonamente y mi cuerpo tembló c
edio del pasillo, sin mencionar que ibas bailando como si estuvieses en una pista -esto
-dije y él en
miraste, dudo qu
? -preguntó el chico de ojos negros y me son
omodé en mi silla al ver como Mely se
in sorbete ya que ella sabía que odiaba esos objetos de plásmos a otro
ya irritada -si hubieses contestado mis llamadas
el sorbete a mi boca
-ordenó y yo me hu
lo que pasó
ho -yo gruñí
cogiéndose con otra, solo eso
eces sintiendo una mirada quemarme, pe
ejas se levanta
asó de la sorpresa al enoj
i bebida co
n primera instancia no sé cómo pudiste estar con ese excremento de persona, ni e
surré hundiéndome
preocupa es tu autoestima en estos momentos -ella ni siquiera había tocado su bebida y su mirada est
me decía
pero joder ¿justo ella? Si vivías comparán
uavemente y ella hiz
teniendo s
? -cuestioné y ella de
a l
y me duele a mi -sus manos tom
tiempo para procesarlo -le di una med
porquerías de cosméticos para destacar ¿lo sabes
ico que destaca -dij
osotras y ambas miramos a la mesa con
s es de mala educación -dije s
e tu trágica h
atención. El chico que había hablado se encontraba de espaldas a m
ioné a Mely y esta vez sí asintió
ojos entre azules y mieles. Ambos ojos se encontraban en una batalla entre esos colores. Su
-dijo pareciendo sincero -a leguas se ve que eres más interesante que e
y sintiéndome avergonzada me di la vuelta saliend
o hasta que estuvimos una cu
contigo! -gritó en medio de la acera lla
unté sin saber
l, Dios mío ¿cómo no los conoces? Los ard
tivamente de