Beltza
on se encontraron con un
una punzada de dolor en mi abdomen que me devol
un asesino en serie hasta que uno de
sangre caliente salpicando contra mi piel, las heridas que me había provocado. Recordé absolut
ejó en claro que a alguien aquí le gustaba el negro, pues todas las paredes eran n
aba el lugar permitiendo que viera todo en la primera pasada.
despojado de mi ropa. La vergüenza me recorrió al pensar en que alguien me vi
ro. Mientras más subía más se notaba el parche en mi abdomen y aparentemente no era
jé el amplio cuello de la camiseta por mi hombro ha
unzadas en esa porción de mi cu
dos últimos hombres que habían entrado al callejón no los conocía de nada,
cuerpo fuera de la cama hasta que
emadamente largo se encontraba suelto y caía por
vanté sobre mis pies sintiendo la a
nes y no pude evitar llevar una de mis manos hacia mi boca para comenzar a cortar los extremos disparejos mientras me acer
saber en dónde estaba realmente y poder
e marcos dorados y repisas en el pasillo. Lámparas que colgaban del techo de color
comunes, pero ciertament
ica negra y comencé mi caminata hacia dónde se veía la salida del
na enorme y hermosa escalera con el mismo color de mármol y b
centro iluminando todo y mientras descendía p
é moviéndome hacia una sala en dónde se encontraba un enorme ventan
orrida de espaldas a mí. El humo escapaba de ellos y pu
na idea alertarlos, pero si estaba donde creía que est
ien era y me buscarían. No quería aumentar los problemas que ya t
bloroso parecía no ser
ue mis instintos despertara. Yo no era así; callada, te
personas en las mismas condiciones que yo para poder mantener mis pocas posesiones, había
primera semana en las calles. No había llorad
n manojo de nervios por e
a infundad
de algún lado y eso se había originado cuando ell
nas a las que la sociedad y el sistema de mierda de este país los aisló y se olvi
esa frase nunca había significado ta
icios de las personas que los retaban. El fuego era su mayor arma y según había escuchado
z y me volví mantequilla al tenerlos
ojos azules al igual que cabellos totalmente negros.
as cuadradas, sus narices perfiladas y sus cejas
ver diferentes grados de musculatura, aunque los tres eran fuertes y los tatuajes eran muy diferentes uno del otro. Esto
uita, has
pero sabía que eso solo era una fachada, según había escuchado era el más sádico de
z sonó temblorosa, dudosa y muy, muy ba
ajeron aquí para curarte y que
desapareció de sus labios. Incluso cuando le dio una cal
otros delante de mí regazo y agradecí que la camiseta
, pero algo en su tono me envolvió de una forma que no esperaba -estuvi
dieron mi mente. Inevitablemente me imaginé el escenario que él había creado para mí mient
muerte tan dol
que el mundo me pateara constantemente. Por lo que la primera forma en la que él me habría hech
e mi rostro mientras levantaba la mirada para encont
vertí mientras ret
a sin importarle si se apagaba y comenzó a caminar en mi direcció
rovocarás que esa herida se te infecte si
e ese hombre llevaba persiguiéndome. Estar vulnerable de esa forma no era una opción, pero ha
ducharme -fue lo ún
cuerpo, parecía agua de alcantari
grimas y miré al suelo sin
la, D
un par de pasos mientras m
e mí como agua helada y mis mejill
visto desnud
a el hombre que lo había alejado de mí, al mismo que ha
mayor de
fue imposible no revolverme incómoda mientras tratab
mayor, pero él continuó con su mirada puesta en mí,
on ella, no pue
runcido miré
o juguete -él neg
muñequita. Por eso q
, se
podría. Después de todo solo era una sin hogar y ellos eran l