Susurros de Libertad
o el suelo húmedo y el aire con un frescor inusual para la ciudad. A pesar de que sus pasos av
las manos en los bolsillos y una e
espondió Valent
ue las CEO desayuna
y se detuvo, obligánd
omentarios así todo el tie
n momento antes de s
Solo me gusta ver
e llama
mo?
S
en, Val
nombre le causó un leve escalo
les amplios y una decoración minimalista. Al entrar, varias mira
raba signos de desgaste y sus zapatos estaban sucios por
eció afectarlo
entina pedía dos cafés y croissants. Cuando se sentó frent
la, molesta por su
por qué estás
dije. No e
o la mesa-. Me refiero a todo. La habitaci
mirada por un instant
la lluvia te recorda
sorprendido de que r
¿
guna vez he
ento antes de apoyarse e
culosamente planeado, lleno de reuniones, deci
an evi
o un
ignorar la sensación de que él podía ver
momento-, ¿qué pasa con tu vida? ¿
expresión no tenía el mismo
también tuve un horario
a, pero él solo tomó su café y d
ta hablar
dad-. Es solo que a veces el pasado no
cuando alguien no quería hablar de
bía algo en la forma en que hablaba, en la seguridad con la que
por qué, quer
no, Valentina pagó la cuent
, con las manos en los bolsi
lo miró co
a propues
una ceja,
prop
ue trabaj
ó una c
n s
S
asistente personal? ¿Tu guardae
-. Quiero que me muestres cóm
un momento, como si intentara
plí
urada, y es verdad. No sé lo que es vivir sin r
que sea tu guía en
go
y negó co
ido una oferta de
o en se
un momento an
digo, Valentina. A
de emoción y nerviosi
taba cruzand
ía que este viaje, por impredec
s observaba a Valentina, quien parecía
medio lado-. Quieres que te enseñe cómo vivir sin reglas,
ctam
io, ¿qué o
los brazos y l
oportunidad de
había burla en ella, sino una ext
ensar que quiero
iere vivi
de te equiv
ina su
res así de
emp
no por el cabello,
r, dilo y ya. No teng
o por unos segundos antes
bien.
a arqueó
de f
con una
Cu
sonrisa suya que parecía
estar dispuesta a salir de tu zon
ntuvo su exp
es
ntonces
r a su oficina y continuar con su día n
orrer de vuelta a tu torre de cristal -dijo él mientras caminaban
que dirigir, Leo. N
aparecer? Solo te estoy most
stres nada. Conozco est
madera en la acera y una decoración mucho más sencilla que los lugares
el lugar con
N
cosas que
aron al café y se sentaron en una mesa junto a la
uieras -dijo L
sensación de que
que
la mayoría de los platillos. Estaba acostumbrada a restauran
ndiéndose ante la idea de que Leo, después de
sin dudar-. Y el café es mejor que el de esas cafeter
epticismo. Cuando la comida llegó, miró el plato
presa, esta
al ver su
á mal,
stá -adm
eno no siempre está don
os, pero no pudo evit