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Amor secreto del CEO

Capítulo 3 Cambios

Palabras:971    |    Actualizado en: 13/02/2025

ó temprano cada mañana, cuando un chofer me llevaba a la escuela privada donde trabajaba enseñando lenguaje de señas. Ethan había insistido

os pequeños y llenos de ruido. Mi habitación estaba en un ala completamente separada de la casa, lejos de l

leados mantenían la distancia y parecían haber sido instruidos para no hablar conmigo más allá de lo estrictamente necesario. No me molestaba; de

a la mayor parte del tiempo en su oficina o atendiendo llamadas interminables. Nuestros encuentr

ales para mis clases, alguien tocó a mi

reguntó, aunque y

sde que nos habíamos casado. Observó la habitación con atención, sus ojos recorriendo los detalles: los lib

quí? -pregunt

anos para formar la fr

etar mis señas. Aunque había mencionado en alguna ocasión que quería

un evento el próximo fin

igada. Moví las manos

ecesito a alguien que actúe como mi traductora. Habrá un cliente extranjer

me pedía algo directamente, y la forma en que lo hizo

doptó esa expresión neutral qu

pero antes de cruzar

cias

ro me dejó pensando muc

-

s, no podía evitar pensar en el evento. Era la primera vez que Ethan me incluía en

la ciudad, con salones repletos de personas elegantes que conversaban entre risas y copas de vino. Al entrar, me encon

e hacia una mesa donde esperaba un hombre

las siguientes horas, me dediqué a interpretar la conversación, transmitiendo las palabras de Ethan al

n momento, inclinándose hacia mí mientr

e asentí. No estaba acostumbrada a

minó, Ethan me acomp

oy -dijo mientras esperába

manos:

punto de decir algo más, pero se detuvo. Fina

-

eció, y aunque nuestras vidas seguían siendo separadas, empezaron a surgir p

han entró al salón principal, donde estaba trabajando. Se s

ía? -preguntó, rom

formé una respuesta:

dió con un suspiro-. Pero meno

las veces yo me comunicaba con gestos y él interpretaba como podía. Poco a poco, comenzó a mostrar inte

encios entre nosotros. Aunque el matrimonio seguía siendo una facha

a. Pero por ahora, prefería no pensar en ello y simplemente disfrutar de l

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