La diosa de la guerra reencarnada
hablar, la atmósfera se v
o, tanto que incluso ce
ror y se puso pálido de miedo. "¡Señor J
lta y su mirada esta
jo con firmeza: "¡Baja y acepta
y con voz tembloros
rchó de
uyo. La frialdad y la actitud distante que había a su alrededor
ba a a
ormían, mientras Lucille ya había empezado a
débil y necesitaba re
habilidades, si ocurriera al
mientras subía las escaleras. Allí se encontró c
an temprano. Le sonrió y le dijo: "Lucille, te has leva
l verla y pasó de larg
a de Lucille, y dijo: "¿Sabes que a Samuel le gustan solo las chicas delicadas como
o ocultaba su desprecio por la
de espaldas a ella, e
palabras, ya que era evidente que
amuel le gustaban las chicas sexys, así que se puso un vestid
público y que únicamente las chicas como Zoey, que prov
quedó marcada como el hazmerreír de todo el
ltó un sua
or qué tuvo q
rerte, sin importar lo mucho que h
ficiencia. "Es solo un amable recordatorio de mi parte.
ró con una tenue sonrisa. "¿Y qué? La fami
para que Zoey se sintiera ave
tes orgullosa? Aunque no sea buena, sigo siendo mejor que una
osa, poseo el 40% del grupo Jules. Me imagino que las alimañas
quedó sin palab
ra posible que Lucille se
persona que no podía
cuenta de que no podría presu
ó a su habitación y bajó las es
o en la sala para llev
ón, Samuel se acercó de inmediato a ella. "Zo
ba, la rodeó c
ba y hacía un mohín: "Lo lamento, Samu
ra aparentar desá
tenso. "¿Qué sucede? ¿Lucil
eza mostrando una mi
me mientas". Samuel se pu
quiso hablar, pero miró a l
or Samuel. Lo que pasa es que la señorita Lucille ha ido demasiado lejos. No solo humilló a la señorita Zoey y le quitó su habitación,
de su rostro reflejó enfado. "¡¿Qué?! ¡E
ndió con rapidez:
vor, Samuel, no le hagas nada. Al fin y al cabo solo soy
tolerancia solo la hará peor. ¡V
z inexpresiva resonó en la escalera:
ro al hacerlo vio una figura de color neg
ordados que hacía que su piel
a la impresión de poder
al descubierto, revelando
o, estaba oculto por su cabello negro azabache, y s
vista, captó la
No podía creer lo que v
uede ser
sencilla, pero ahora, ¿de dónde pr
iento ha cam
na persona indiferente,
Lucille Jule
dvirtió: "¡Lucille Jules, te o
frunciendo los labios, co
detenimiento y sin
u respuesta, la mujer pasó de largo y se
cille, ¡¿no me escucha
a hizo u
para desperdic
paralizada, si
sarrollaba de la for
, ¿cómo iba a seguir
na voz muy baja. "¿Me puedes llevar
amuel desapareció y la tomó de la mano
.