La Amante del Rey.
vi
o de Frederick, yo me fui al palacio para buscar ropa par
ejo que ella estaba agotada y por eso se había descompensado. Cuando ella mejore, regresa
ciones. Yo lo tomé y lo desbloquee, por suerte no tenia contraseña. Cuando abri la aplicacion en donde estaba su red
uno de ellos, eran que le deseaban la muerte a Ann
lgunos eran horribles, otros peores que los anteriores. Leer todo esto, me hacía entender que ella es
hablaban de ella, solo de e
mediarlo. No se que demonios hacer con esto, porque tengo siento vergüen
donarme, eso me lo
también algo de ropa interior, me metí al baño y busque sus cosas de aseo. Todo lo
correcto, pero ll
junto a algo de dinero, tenía que quedarme con ella hasta que saliera, lo hacia porque era mi obl
ero antes de salir del palacio, entre a
d, ¿se le o
a preguntó
e contesté-, Gloria, qui
lla se limpi
mo habrás visto -ella desvió la
sé su m
omer porque teme que le escupan la comida, porque las p
jestad
ré con mi esposa, pero después habla
er abrió la puerta del auto y yo me subí. Saq
as es porque sabes
a que ver con esto -son
o -murmuré-, Anna tiene
ablas en
mpensada, en este momento estoy de regreso al hospit
és para ella, ¿lo comprendes? Las cosas que dicen de ella son horri
yle
lo, te pedí que fueras bueno con ella, que ella estaba cargando con todo
y entend
i algo sucede, eres mi hermano y te amo, pero sabes muy
as mal y termine por perjudicar a Anna, esto me hace recordar lo mucho que mi hermana sufrio cuando s
diándome en este momento, me costará una vida y
ash
papa quiere que aprenda a ser Rey pero no quiero, no quiero aprender nada. Yo solo quiero ir a la
ina, ahí estab
miró- ¿Qué haces
impió la boca-, estaba hambrienta y eso no me
a dormir -me
años -asentí-, siempre te in
Rey -me senté a su l
complicado ¿no? -asentí- Lo importante es que estes bien -ella tomó mi mano y
, aprecio mucho esto, lo siento por no hablar má
s que siempre podemos
el Fla
oy recordand
.
duce a la habitación en donde estaba Anna, cuando entre, el
algo
, está todo en orden pero..
Qu
, sus defensas seguirán bajando. Vendré más tar
é a la bandeja de comida para tirarla
dije-, si no, no
ngo ha
me dijiste? ¿Sig
eso es todo, aho
a verla retorcerse un poco, seguramente debe tener h
¿
n restaurante
algunos,
, no quiere comer y eso me preocupa u
a conozco lo sufic
, brócoli y sandwich de jamon con
co extrañado-, mandaré
discreto
quie
Anna estaba sentada. Yo tomé el
me rasque la nuca-, también a
luego me dio u
e me odie, pero me estoy dando cuenta de que solo pensé en mi, solo en mi, en nadie más y tenía miedo de
rezco
merece
ay
uda -me dijo-, pue
e puedas cambiarte -me acerque a la cami
án delgadas, incluso los huesos se le notan demasiado, no puedo creer
quite la bata de hospita
sobre ella, estaba tan concentrado en mi placer, que no note
de que me veas desnu
do para ayudarte, no estoy vien
o, pero no
co que me diga todo lo que piensa, es lo
e nuevo a la camilla, ella empezó a colocarse algo de crema y peinarse el cabell
pediste, con
vor, dales café
sando contigo, per
n la mesa, comencé a sacar todo, agra
que se corría a la camilla-, lo man
hizo rápidamente, aquello me hizo sentir patético, no, esa no era la p
ito mis
.
sigui
ido de restaurantes o algo sobre comida rápida, ella se negaba a comer comi
ro sigue negándose a hablar conmigo. No quise presionarla, deci
sera dada de alta -me dijo-,
o un poco, ¿Quiere de
as vitaminas -me entregó el papel-, debe tomarlas después de cada comida, una sola píldora. Con eso estará bien e
co doctor, ya sabe que ne
o su majestad,
su alta y sus estudios. Entre a la habitaci
tó antes de que yo abrier
ie
ue nada se quedara aqui, luego le pedí a Frederick que desplegara la seg
hice que cada doctor y enfermera que atendió a Anna, firmaran un acuerdo de conf
te de Anna y comenzar a hacer