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La Amante del Rey.

Capítulo 3 Dos.

Palabras:2035    |    Actualizado en: 09/02/2025

vi

tos a

portante que decirme, no estaba de humor para reunirme co

Odiaba reunirme con ellos, ya que siempre están insistiendo en que debo tener una esp

cómplice del secuestro de mi hermana, eso se cataloga como traición, honestamente ella me daba igual, puesto que

, más duros con respecto a la corona, la reputación de Austria depende de mi y de ellos. Mi país es ri

a reunirse con nosotros pero,

esc

a información suma

o que son unas fotos. No son fotos cualquiera, eran mias, entrando a la habitacion de Anna, luego de otras saliendo de la

ita

e sacaron

lo sabemos -respondió uno de ellos-, ¿e

rave que es esto, estoy

su prometida y a sus hijos, pero ya no debe seguir esperando... Te

ensa sa

a sabe que usted tiene un

poniendo ca

viable es que s

-negué- No pienso casarme

re intachable, ahora que todos saben que tiene una amante, todo se podría complica

uiere hacerlo. Después de mi, hay más sucesores,

ita

yo no puedo hacerle esto a Cassandra, ell

su majestad, debe

as especulaciones bajen, si quiere, después p

r que tendré un her

o de su cargo, debe seguir las reglas su

. Pero si no lo hago corro el riesgo de perder la corona, mi padre puede que haya sido

olamente un año con ella, si en ese tiem

leyes d

ad, comenzaremos co

que se ha dado una oportunidad en el amor,

ella no pertenece a la realeza, lo dejaremos pasar,

molesto con todo esto. Es obvio que fue ella quien difundió esta información, anoche ell

gar sumamen

lentura, por no dejarme la verga en los pantalones. Tenía que resistirme, negarme a todo lo que est

pletament

.

e tu,

qué hab

s medios que somos a

nte mis palabras,

-ella negó-, recién estoy salie

late! -alcé d

evi, la

en la mesa, estaba realmente mol

mure-, quiere que me case contigo -la mire-

ó a negar m

hice -dijo, se veía

lo con ell

vi,

ero rep

ir de mi despacho, yo cerré la puerta

-le dije-, eso es algo

Per

e guste o no... Mi puesto como Rey está

e eso Levi, yo no hable

ierda lo que digas, vas a casart

garme a hacer a

e lo estoy dando... Ahora serás mi esposa, tú harás lo que diga y eso no se va a discu

uieta un moment

lidiar con otr

ella no está en este mundo, sigo amandola. Ella ha sido la única mujer a

duele al recordar la urna de ella y las de mis hijos, a diario me preguntaba ¿que

ar que nacieran nuestros hijos para que la boda fuese mucho más llevadera,

, a una mujer que no amo en lo absoluto, que solo ca

remedio que ca

.

ta

, tuve que colocar en mis redes que me había enamorado de nuevo y que quería volverlo a

ron, en un día o quizá dos,

tá aquí -me anu

la p

iempre luciendo extremadamente elega

quer

ul

ó en las noticias,

es, no es más

así, sabes muy bien que ella no tiene la culpa, más bi

ya lo hecho,

toy es para alista

esas mierdas -dije entre dientes-, quiero

uscar mis cosas y habla

metido en esto, quiero que

a verla,

egúntale a

disimula que la odi

o evitar

-alzó una ceja-, así que deja ese odio a

o las botellas, me serví un trago para comenzar a beber. Esto era lo

u aroma. Todo. Siempre me encargaba de mantener su memoria viva dentro del palacio,

s llevadero, todas sus pertenencias están guardadas en una habitación, justo al lado de la m

ilucho que no sabe como afrontar las cosas con valentía, pero

¿Como se supone

a iba en aumento, ella era el amor de mi vida, la mujer que más

gun

.

sigui

consejo dio una fecha, mientr

que me recibió fue su enorme cuadro, aquel que mande a pintar cuando

que me acostaba con ella... No se que paso conmigo, pero te juro que jamás volveré a tocarla, ya no lo haré -murmuré-, sabes que no amo a nadie m

r, odiaba con todo mi ser tener que casarme con ella, no quiero hacerlo, no

da de otra. Cuando sea el momento, me divorciaré de ella, le daré una c

corona y el país, todo depende de mi ahora. No pue

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