La niñera del hijo olvidado del CEO
del que ella habitaba dentro de aquel. Mientras miraba hacia arriba, atónita por lo alto que era el edificio al que estaba a punto de entrar, casi choca c
la recepción. Tan pronto como se colocó frente a la recepcionista, fin
alabras salieron de su boca, Valentina presenció cómo la expresi
a una mujer para la entrevista. Pasaron algunos minutos conversando trivialidades como si Valentina no estuviera allí. Impaciente por la falta de respeto, Valentina
evadores están al final del pasillo
s quehaceres como si Valentin
cionista, que continuaba pegada al teléfono; aunque un poc
unca había ido tan alto en un edificio en toda su vida; esa sería su primera vez. "¡Que Dios me ayude
lrededor; los muebles, las paredes, todo era hermoso y maravilloso; incluso parecía que había entrado en una película de tan perf
O? ¡Parece más una modelo en ropa de marca!" Se preguntó al ac
enos
a la engreída de la recepcionista. Se sentó en el sillón que había frente al escritorio de la secretaria, esperando al famoso CEO de la empresa. Mientras
girar delicadamente los dedos de su mano izquierda sobre la mesa, mostrando estar
ijo en cuanto la llamada fue atendida, permaneció en silencio u
miró a Valentina, quien la observaba
rda; espero que consigas el empleo -dijo la se
cho una entrevista de trabajo en su vida. El nerviosismo la corroía de aden
ntras daba pasos vacilantes en la d
l CEO la estaba esperando; pudo sentir su mirada crítica sobre ella, sintió com
alentina, un tanto nerviosa, con las manos sudadas pegadas a su cuerpo, no sabía dónde colocarlas;
i no le importara Valentina en frente de él. Pasó los ojos por el currículum haciendo una lectura dinámica, se detuvo en la edad de la mujer que estaba frente a él, mi
su hijo era un travieso que no podía quedarse con ninguna niñera, así que se había acostumbrado a las entrevistas, pero se sorprendió con aquella belleza entrando en su oficina. Anne le había
rmó, inflando el pecho orgullosa de sus logros; tampoco perdería la oportunidad de demostrar que no era cualquier pe
e la vestimenta de la candidata. Valentina llevaba una camiseta de manga blanca, anteriormente había podido ver que usaba unos jean
a esa altura del campeonato. Pasó los ojos, una vez más, por el currículum, concentrado, con la frente fruncida, buscando algún obstác*l* que pudiera ir en contra de lo qu
y bien que tendría que establecer límites desde el principio, o pronto estaría
as? - preguntó para asegur
lentina respondió co
puesta si pasaste. - Aslan dijo, f
, que fue rápida y desgastante para ella; gracias a Dios, pensó que le había ido bien, a pesar de que su
Tendría una semana para prepararse tanto para una respuesta negativa como para la que esperaba que llegara, que sería seleccio
que sintió al verla; arrojó con rabia el currículum un poco arrugado de vuelta en la gaveta. Resopló estresa
do en la oficina, sorprendida po
e cabeza. - Aslan gruñó, dánd