LA ESPOSA DE MI HERMANO
ifunto esposo les pidió prestado, dinero que ella nunca vio y que es una de las razones por las cuales tuvo que conseguir trabajo. El mied
el miedo la invada una vez más. Ahora es viuda con 2 hijos y con uno
tó, su voz afilad
ja, sorprendido por su tono. Con una sonrisa condescendiente, extrajo un
ndientes, señora Ashford. Aquí tiene la cifra
Sus ojos recorrieron la cantidad y, por un instante, sintió una punzada de fu
o? Seguro esto les ha arruinado el día, ¿verdad? Pensaban que iban a encontrar aquí u
fingió un ges
o las deudas deben pagarse. Podemos
capar una carcaja
a a mis hijos? ¿Las mantas raídas que apenas nos protegen del frío? Ah, por supuesto, quizá la cuna del pequeño que j
esa y admiración. Nunca la había visto así. Nunca la había e
e, algo más caut
egar a un acuerdo. U
adelante, su voz baja
Si para entonces tengo el dinero, tendrán suerte porque esta cantidad no es razonable para una viuda. Incluso si lo
ostumbrado a que le hablaran así, y menos una mujer.
finalmente-.
uvo su mirada
pitió, como
o, como si el aire se hubiera vuelto sólido. Charlotte cruzó los
o durante varios segundos,
reíble. Yo lo
nación y se pasó una mano por la cara, como
as tenido que ve
nen s
legaba del trabajo y estaban tranquilos comién
manera de conseguir ese d
con una sombra de c
de salía la cifra. -Ni juntando todo lo que gano
sechas puede tener un poco que 100 libras, pero sigue siendo demasiado dinero para juntar en un mes. Miró a Charlotte, su rostro pálido, sus lab
-dijo finalmente, con
ó escapar una
mi alma también? -Se pasó una mano por la cara, frustrada-. Estos hombres no esperarán pac
dente de los años y la escasez. Su mirada se posó en la cuna vacía. Apretó l
dijo, mirándola dir
n la cabeza, su ex
s tuya. Esta es la consecuencia de las decisiones de He
ro sin estar dispuesto a dejarla sola en esto. No e
una forma -mur
una ceja, cruzá
? ¿Pedir más pré
bilidad que lo inquietaba, pero que era mejor que quedarse de bra
les, cosecha, y también mi oficio de herrero y carpintero. Quizá p
no hablaba por hablar. Si decía que haría algo, lo h
iam, no h
edicó una mi
que te deje s
so, debo hacerme c
s te arrastren al abismo en el que Henry cayó, ni a ti ni a los niños. So
umbrada a que alguien la defendiera. Durante tanto tiempo había tenido que ser fuerte por sí misma,
. Pero si encuentras una solu
am as
o
oche empezaba a caer, envolviendo la casa en una
o. Si vendo todos los cerdos y un caballo, eso podría darnos casi todo el dinero. También har
n podía encontrar una salida, era William. Lo vio salir de la casa con paso f
tar que la desgracia vo
garon. William pasó la noche en vela, repasando una y otra vez sus opciones. Su mente trabajaba con la precisión de u
ro sus hijos y su cuñado deben comer. Sus movimientos eran mecánicos, como si su cuerpo aún no se hubiese
n una hora -d
una mezcla de resigna
dumbre. No comprendían completamente la gravedad de la situación, pero intuían que algo i
ío, pero estaremos juntos. Será un
s Lucy se aferraba a la falda de su
so en marcha par
ni siquiera de las personas que ayudaron a Charlotte. En es
para el viaje de vuelta al pueblo en