Destinados a al amor
la vida había sentido antes. El ver a ese hombre con otra mujer le había despertado celos y como no sentirlo si esa mujer que lo acompa
rivada que tener esas fotos en poder de los medios de comunicación era oro sólido y si conseguían la primicia les era aún mejor. Así mismo, tampoco se había dado cuenta que su jefe de prensa lo había llamado unas 37 veces y que su madre
el distinguido André Lettieri haya puesto en nuestras
mo su duro pene se entierra en ella y como sus labios recorren y mojan cada centímetro de su cuerpo. Ella anhelaba poder tenerlo e
rco a la cama ella quería de él lo que éste jamás iba a darle, sus acciones de Luna Modeln placer feste
notaba, como para no sucumbir a los placeres d
e dijo que lo esperase que tenía una sorpresa que darle
del mismo material y color, unas medias negras de red y unas botas negras bien pegadas al cuerpo que terminaban en sus rodillas. Retoco su makeup,
a a rosas invadió por completo el espacio y cuando la imagen se il
on el atuendo de cuero. Cuando la vio acercarse no pudo contener el impulso de ir tras ella, pero
ará en el sillón para luego comenzar a mover sus caderas de lado a lado. Él solo se acomodo mientras una
o solamente con la parte baja aún con las prendas. Ver sus pechos que brillaban por el body sprash le hacían desearla
en la relación sexual y esta vez debía admitir que lo había sorprendido. Ella sabía
lo tiene prisionero, deseaba tanto que se humille por que lo deje penetrarla. Con su fusta en la mano comenzó a re
grito dejando escapar un gemido que prov
responde de manera sensual lo
staría tanto, pero ya no quería esperar más, deseaba besarla ¿Cuánto más iría a torturarlo? Pero el
radamente. Él aprovechó el contacto caliente para poner sus manos en sus glúteos y apretarlos con fu
na tela y comenzó a menear sus caderas sobre el. Marco no podía evitar sentir como un fuego comenzaba a quemar cada milímetro de su cuerpo y cómo su re
fusta. Los ojos de él, dilatados por la excitación, se cierran automáticame
no cierre con lo cual, para permitirle a su compañero el poder sen
decir mientras su cabeza se deslizaba hacía at
esión con su pelvis introduciendo parte de s
a en ella que todo su cuerpo se erice, sus pechos se endurezcan al i
en sus pechos. Quería apretujarlos tan fuerte y escuchar sus gemidos de do
hos. Él quería morder sus pezones, lamerlos y succionarlos.
bía hecho contacto con su lengua la cual segundos más tarde se encontraba entrando y saliendo por la hendidura y danzando en el punto más sensible. Mientras sus manos sujetan con fuerza la
iciarlo mientras disfrutaba de sus fluidos vaginales. Entonces, fue en ese momento en el que le permitió no solo de disfrutar de su cuerpo sino de sentir cómo ella dis
miembro en su boca. Sus labios envolvían su glande en tanto la punta de su lengua jugueteaba con el pequeño or
s sube y baja sobre el tronco de su erecto pene, luego de lamerlo com
l practicarse sexo oral mutuamente al mismo tiempo se sentía realmente maravilloso. Segundos más tarde y sin prev
tante, pero todavía
ubir sobre él, amarra cada una de sus muñecas a cada extremo de la cama ante los ojos
ella. Con su fusta preparada recorre suavemente el torso desnudo de él y cada poco milímetro ¡zas! Un golpe que recibe con un gemido, cerca
ba a perder la cabeza, y antes que ella golpee allí un gemido desgarrador
el tacto que más le excitaba era en sus partes prohibidas. El dolor que le provocaba el sentir el cue
ero esta vez, sobre sus pechos. Bajó su rostro para besar sus labios, darle un tierno y cálido beso para que, segundos más tarde, profun
dulce y exquisito que el sabor de su cuerpo en su lengua. Primero una, después la otra. Con su boca, besaba, lamia y mordía cada trozo de carne de su c
ión que eso le provocaba. Gemía alto y fuerte al mismo tiempo que podía sentir cómo su
esto. – le suplico frustr
loco lo ponía el tener el contro
llarte. – exp
ces, há
sus caderas y previo haberle puesto el condón, ubica la entra
entonces él
si parte en dos su cuerpo. Sus movimientos eran tan rápidos e intensos que no po
pacio de la lujosa habitación, entonces e
va hacer. – le dijo cómo podía, entrecortado las pa
entir como las paredes vaginales de ella se contraían y aprisionaba más su miembro. Segundos más tard
ambos empapelaban todos los barrios y "vida amorosa del presidente de Luna