El CEO y la Espia Infiltrada

ción de inquietud que parecía haberse instalado en su pecho. Había algo en el aire que lo desconcertaba. La investigación que había comenzado a raíz de la llamad

una serie de documentos que Hugo Morales había entregado esa tarde. La investigación sobre Carlos Muñoz había comenza

Alejandro conocía. El historial de Muñoz no tenía muchas huellas, pero lo que había encontrado hasta ahora indicaba que su presencia en la empresa no era fortuita. Había registros de su no

sus pensamientos, el sonido de su teléfo

dió, levantan

asistente personal-. He encontrado algo inter

o serio, algo importante. Sin esperar más, Alejandro colgó el teléfono y s

ó Alejandro, con voz grave, ap

a revisar. Sin embargo, había uno que destacaba entre los demás: un correo electrónico de Carlos Muñoz

o tiene relación con ningún empleado de la empresa. Lo curioso es que se refiere a varios proyect

aba de "ajustes estratégicos" y "ajustes en el personal", pero no se especificaba a qué se referían exacta

lo está haciendo solo. Este tipo de maniobras requieren de alguien con poder. No e

asi

y menciones a otras personas en algunos correos, pero todos l

a imaginado. La red de corrupción y sabotaje dentro de su prop

que me preocupa: Lucía Torres. No me malinterpretes, Hugo. Me ha ayudado con la información, pero toda

n, viendo la preocupació

puede ser parte de todo esto o, por el contrario, la pieza clave para res

on certeza cuál era el papel de Lucía en todo esto. Pero una cosa era cl

ndo, Hugo. No hay

. Había algo que la mantenía despierta por la noche, algo que la llenaba de ansiedad. Aunque su relación con Alejandro Ferrer estaba en una etap

dicho que debía actuar por su cuenta. No podía esperar que él se encargara de todo. Sabía que la situación

número en su teléfono móvil. La llamad

oz grave al otro

hablado con Alejandro Ferrer. La investigación está toman

nea guardó silencio durante

te con lo que estás haciendo. Alejandro Ferrer no es un proble

egura de en quién estaba confiando, pero sabía que ya no podía r

ión que Hugo le había entregado. Había algo en su mente que no lo dejaba descansar:

s. Era un mensaje de texto, sin remitente. El mensaje solo co

cía. Ella sabe má

ba la incertidumbre en su mente. ¿Quién podía estar enviando ese m

ía Torres, sobre Carlos Muñoz y sobre todo lo que estaba sucediendo en Aureum Corp, parecía es

ia. Ya no podía fiarse de nada ni de nadie. La guerra habí