Arderemos en lo prohibido
as por el tiempo, pero, que aún se mantenían firmes dando la bienvenida a todo aquel que
eran compatibles, se podría decir que en las tierras del oriente eran muy creyentes en la fortuna, pero en especial en el destino, para estas personas todo estaba escrito, desde el día que nacían, y solo los monjes lo
r, y las manos le sudaban, conocía a los monjes, fueron ellos los encargados de escribir en los pergaminos sagrados el nacimiento de sus hijos, pero aún más,
gusto volver a verlo, pas
s intrincados pasillos del monasterio, pues el lugar donde le revelarían el futuro del clan, no era el mismo que usaban para ver el destino de cualquier otra familia por más adinerada que estas fueran, claro que no, el tigre blanco era más que dinero, era poder, sabiduría, y protecc
d quiera dejar su lugar tan pronto. - las palabras del monje tenían sentido, pues Loan recién estaba en sus
ejercer mi puesto, pero... creo que ustedes mejor que na
nje, quizás un poco molesto a que Loan despué
rle a llevar el negocio familiar, usted señor Moon, sabe mejor que nadie, que nuestra organización no es como la de otros lugares, mis hijos deberán aprender que solo u
ero si has criado a tus hijos como has guiado al
cada día que pasaba, uno se desentendía de todo y otro buscaba el favoritismo de Loan, algo que lo hacía recordar a su herma
er lo que en tu espalda fue
la piel se le puso de gallina cuando al fin la retiro, no porque sintiera frio alguno, sino porque sabí
tigre rodeado de una luz verde avanzaba imponente, mostrando sus colmillos y garras listo y dispuesto a atacar sin piedad a la más mínima provocación, ese tigre representaba a Loan y el brillo verde a su alrededor a su esposa Jade, que era de donde Loan se alimentaba cada noche para sacar fuerz
o e incluso soberbio. - Loan bajo su cabeza con pena, esas no eran las cualidades que debía tener un tigre blanco. - Aunque debo reconocer que lucha por no serlo,
familia no es suficiente como para
rá el tigre blanco, pero será la garra más p
que un monje dudara a la h
- Loan solo afirmo con la cabeza, pero tanto él, como el monje, sabían que eso no era algo que solo dependiera de Loan, Jade tendr
surcaba el lado izquierdo del tig
rlo, la luz que posee es tanta que incluso ciega a quien lo ve, pero es un alma libre, él está dispuesto a tratar de escapar de su destino, pero al fin el rayo caerá
das para un tigre...- rebat
n joven y dejándole a Jade el cuidado de Huang Lei. - Pero, por sus venas también corre la sangre de su madre, una asesina que en minutos acabo con desenas de hombres, que los prejuicios que existen para algunas cosas, no te hagan olvidar que Huang puede ser una luz brillante dadora de felicidad y calma como lo era Park o un ángel sin alma como
ja se llama así,
es Loan recordó a que había acudido al monasterio. - No puede ser. - dijo al tiempo que giraba y aho
en tomar el lugar de líder de un clan, felicidades Loan Zhao, tus hijos son tan fuertes, que n
o que se le ocurrió ir al monasterio en busca de la supuesta paz que le daría conoce