sponder, ni siquiera para enfrentar a la mujer que le arrebataba lo que más había amado. Algo dent
escapar de aquel lugar que alguna vez llamó hogar. Solo quería desapa
egra. La mujer la observaba con una expresión que mezclaba desaprobación y frialdad. Sus ojos
voz seca-, ¿qué e
a inútil. Brenda no la escucharía, nunca lo había hecho. Y aún ante
rgado de veneno-. Mi hijo no necesitaba una mujer como tú.
splomaba por dentro, como si el suelo se abriera bajo
unca encontró en ti. Eres frígida, vacía... un matrimonio sin hijos no
lenciosa que había marcado su matrimonio. Aquello, que había sido su dolor más íntimo, se convertía ahora en un arma cruel en su contra. Y,
Paola salió de la casa sin mirar atrás, cargando un peso que l
más ta
de su vida estaban encerrados entre esas paredes, tres años que ahora se sentían lejanos, c
con la misma postura altiva que siempre la había
quí? -pregunt
y lo dejó sobre la mesa. Su voz salió f
Es el acta de divorcio. So
eguida se curvaron en una sonrisa de triunfo. Tomó el
cruel satisfacción-. Lucas merece una mujer verdadera, a
uvo. No había ido allí a defenderse. Ya no necesitaba ha
ció, serena, con una calma que l
a la mujer derrotada que había huido de la traición; era una mujer que empez