¡Mi hijo es sólo mío!
ntos años. Había esperado en la iglesia abandonada todo el día con la esperanza de que hubiera pasado algo que lo hiciera lleg
esmoquin personalizado y sus penetrantes ojos azules. Tenía un cuerpo delicioso, a pesar de que se sentaba en una oficina tod
el hombre que ella consideraba su héroe, su padre, no era quien ella realmente pensaba que era. Esta
nsar en el verano de diez años antes. Había sido una época
le. Su padre era dueño de una empresa multimillonaria y ella siemp
había elegido vivir allí para poder ser el gran hombre del campus. Le gustaba enseñorearse de su riqueza sobre todos los que lo rodeaban, pero
e ellas realmente reconoció su presencia, por lo que no se encariñó con ninguna de ellas. A veces, pensaba que sería bueno que una mujer l
ivocado de las vías. Su familia era muy pobre, pero él siempre estuvo decidido a tener éxito en su propia vida y cambiar las cosas. Terminó ayudándola con sus matemáticas y pronto
n chico del lado pobre de la ciudad, se puso furioso y le exigió que terminara la relación. Era la primera vez e
pareciera quererla por ella y no por su dinero. No la dejaría gastar dinero en él, nunca. Trabajaba duro para una
bía hecho el amor por primera vez. Fue la experiencia más mágica que jamás había tenido. Él le propuso matrimonio esa noche y ella dijo que sí. Iban a reunirse en la vie
era mayor de edad y que podía hacer lo que quisiera. Le dijo a su padre que amaba a Damián y que se iba a casar con él. Su padre pareció aceptar su deci
decisiones adultas. Luego preguntó si podía ayudar en algo. Estab
e había pedido que hiciera por él. Sabía que tenía el resto de su vida con Damián, así que podía
a ocupado como ella. Esperó y luego esperó un poco más. Se sentó allí toda la tarde has
asa y su padre la vio, la tomó en sus brazos y le preguntó qué le pasaba.
explicado que nunca confió en el chico y que por eso había sido tan sobreprotec
os eran muy diferentes a los de Lucía. Tenía tanta amargura por ese día, pero si
ien tan increíble como ella, pero estaba decidido a hacerlo. Cuando terminó ayudándola c
y su padre se deleitaba con ese hecho. Caminó con sus trajes hechos a la medida y condujo sus autos caros. Demonios