Juegos del corazón
la
a de la niñez. Mi cabello puede ser largo y suelto, a menudo adornado con alguna trenza juguetona que reflej
secretos compartidos. Juntas, exploramos el mundo, desde los desafíos de la escuela hasta las emocionantes aventuras que la adol
ito, y las tardes se llenan de risas mientras negocian propiedades y construyen imperios ficticios. Las partidas de Parc
ada lanzamiento de dados y movimiento de fichas. En medio de la diversión, Vanesa y yo descubrimos no sociones que marcarán mi adolescencia. A medida que juegamos, aprendemos y crecemos juntas, Vanesa y yo estamos constru
ones. Fui una adolescente que, con facilidad, caía enamorada de los chicos más guapos del colegio. Cada en
y suspiros, le contaba emocionada sobre cada nuevo crush. No había detalle que no compartiera: desde
de confianza, escuchando mis susurros sobre mis enamoramientos y ofreciendo palabras de aliento o incluso una perspectiv
cilmente y mis intentos torpes de impresionar a esos chicos guapos. Vanesa no solo era una amiga, sino tambié
la autoaceptación y el disfrute de estas experiencias efímeras. A través de nuestras conversaciones, descubrí que enamorarme fácilmente era si
l vez era su sonrisa contagiosa, su sentido del humor travieso o simplemente su forma de
a encuentro casual se convertía en un pequeño evento en mi mente. Soñaba despierta con la posibilidad de que algún día él notara mi presencia de la misma manera que
hicas que entraban y salían de su vida. Cada vez que lo veía con una nueva chica, sentía un pellizco de decepción en el corazón. Me
mente no había encontrado a la persona adecuada todavía, o que tal vez yo simplemente no era lo que él buscaba. Pero c
el fondo de mi corazón, sabía que mi amor por él seguía siendo tan fuerte como siempre, a pesar de las constantes decepciones. Y aunque temía que mis sentimien
Con curiosidad, miro hacia la casa contigua, la de los Agramonte Gil, y noto que parecía estar más tranqui
con los Agramonte Gil y me detuve junto a la valla que separaba los dos jardines. Desde allí, obs
cación lógica para el inusual silencio. Pero incluso con el sol brillando sobre el
patio. Sin embargo, la sensación de que algo estaba fuera de lugar p
...
amada, la cual yo tomé. Era Marta, quien quería informarnos que
visarnos", le dije con cortes
nes de Vanessa y Javier, quienes estaban junto a su madre. De re
mé , un poco nerviosa po
ero juguetón, -"he estado pensando en alg
rgo, recordé la conversación que había escuchado entre su madre y Marta sobre la recie
pregunté, intentando
girió Javier de manera inesperada, d
oma, una parte de mí no podía evitar sentirse vulnerable ante la posibilidad de que sus palabras fueran genuinas. Era difícil igno
tos turbios inundó mi mente. ¿Podría ser que esto fuera parte de alguna ap
esafío comenzó a rondar en mi cabeza. Era difícil entender por qué Javier, quien había sido siempre tan
de un romance con Javier, otra parte sabía que era importante mantenerme firme y no dejarme llevar por la
y reuní todas mis fuerzas pa
esta a jugar con mis sentimientos. Además no relajes, nosotros somos como fa
iones. Quería creer que Javier estaba siendo sincero, pero la desconfianza seg
eacción, mientras se escuchaban las ris
s lo intenté", di
mi, lo que me hizo cuestionar si la propuesta de Javier había sido en serio después de todo. Al escuchar accidentalme
ida que navegaba por sus sentimientos confusos, me preguntaba si alguna vez podría entend
rlo, exigir respuestas, pero algo dentro de mí me decía que esperara y observara cómo se des
recordaba que debía protegerme a mí misma. Si Javier estaba dispuesto a jugar c
..............
as de
celebrar. Como siempre, había invitado a todos mis amigos más cercanos, incluida mi mejor amiga, Van
cumpleaños?", pregunté con entusiasmo duran
antes de que Vanesa resp
ue sí. Pero... no
Era extraño que mi mejor amiga no pudiera asistir a su fie
ir?", pregunté, tratando
der:- "Tengo algunos planes fa
echazo. Durante años, habíamos sido inseparables, compartiendo risas, secretos y m
sobre su repentino distanciamiento. Nos encontramos en la pizzería que
mente", comencé, mi voz temblorosa por la emoción.
rada, evitando el
seguir fingiendo que todo está bien d
zoso en el que Javier me había propuesto ser su novia en medio de su familia. Aunque había tratado de r
ontener las lágrimas. -"Pero ¿eso signi
de responder, sus
, Blanca... pero creo que necesito
a pudiéramos recuperar nuestra amistad, entendía que tomaría tiempo sanar las heridas causadas por e
trataba visitar la casa de al lado o ir a la piscina del patio solo