Juegos del corazón
or Omni
tran en el bullicioso patio lleno de niños emocionados y padres expectantes. Aunque han pasado muchos años desde
gría de ver a viejas amigas después de tanto tiempo. La emoción crece aún más c
ueva casa hace un mes, y Ana, sorprendida, revela que también se mudó recientemente. Las dos intercambian direcciones y, para
en risas cómplices sobre la coincidencia mientras caminan juntas hacia el edificio del colegio, listas para embarcarse en esta nueva etapa
la
vez vibrante. Mis ojos, quizás de un tono suave y expresivo, reflejan curiosidad y determinación
Mi sonrisa, mi rasgo más distintivo, ilumina mis facciones, transmitiendo calidez y amabilidad a quienes
atemporal o hacia lo moderno y vanguardista, mi elección de vestimenta seguramente refleja mi gusto refinado. La
mezcla de serenidad y vitalidad en mi tono hace que mis conversaciones se
idad y autenticidad. Mi presencia ilumina cualquier espacio, y mi personalid
n práctica en nuestra unida familia. Además de su amistad con Fabio Agramonte y Marta Gil, pues a lo largo de los años, han tejido una red sólida de conexión y apoyo mutuo, superando la
es cue
nación desbordante, siempre encontraba la manera de convertir los momentos más simples en aventuras emocionantes. Su risa conta
locuras. Siempre dispuesta a participar en nuestras hazañas, también ejercía como protectora y confidente. Su madurez añadía una dimensi
, se sumaba a nuestros juegos con entusiasmo, demostrando una curiosidad y vitalidad contagiosas. Su presencia nos r
siempre podía seguirnos en cada aventura, su energía y entusiasmo eran igualmente valiosos. La diferencia de eda
cos festivales de alegría y creatividad. Nuestros días se llenaban de risas y ene
nuestras principales herramientas de construcción. Aquellas estructuras efímeras se convertían en nuestr
ando los escondites más ingeniosos y escapando con destreza para evitar ser descubiertos. Cada rincón del vecindario se co
mos a jugar a las damas chinas o a montar puzles en el suelo de la sala, a
ndario. Recorríamos las calles con risas alegres, creando historias inventadas sobre los lugares
rrables en el rincón más tierno de mi infancia. La complicidad y la camaradería entre Javier, Vanesa, Camila, Tobías y yo