Secreto de Oficina.
l sabor de sus labios y el cómo me empujaba sutilmente hacia atrás. Entre cada beso, preguntaba si aún
gas mo
e alejó un poc
edo ev
ento se había esfumado al ver cómo en verdad le afectaba
para que ya no est
. Sara me espera, ya que
anto que su respiración cambió, traicionándola. Samuel nuevamente la mir
. Samuel besó el cuello de Raquel nuevamente y ella solo acarició el cabello de Samuel. Cuando Samuel sentó sobre e
s cuando Samuel se posi
. ¿Dejarás de estar
guiré m
biendo que ya se había vue
¿Y si? ¿
lo de Raquel, levantó la falda negra de Raquel hasta que s
ah
ue sus mejillas r
aquel, despojándola de estas. Una vez hecho esto, dirigió sus
s en la
oz sutilmente
adie y...
l escuchar es
ellos, mientras Raquel tomó entre sus dedos el cabello de Samuel, disfrutando de la sensación de humedad sobre su pezón. Todo lo que sucedía se sentía u
ión a Raquel le parecieron eternos, pero su espera fue compensada
pre cargas un pre
aquel, mientras disfrutab
en qué situació
poco de curiosidad a qué situaciones se refería; tampoco lo analicé mucho debido a que estaba tan ent
de Raquel, ella supo en un instante qué intenciones tenía, y aunque al principio lo dudó esos pocos segundos, terminó cediendo cuando él la giró. Raquel colocó sus manos sob
ón de placer una vez que él
emente, nunca lo habíamos hecho de esa forma; sus manos nunca se movieron de mi cadera... Bueno, sí hubo u
n hermoso
el entre lig
ra porque no estaba acostumbrada a esa posición, ya que mi cuerpo finalmente experimentó
naba de ponerse la ca
quitó lo
el s
un t
o
ra irse, Raquel dio un vistazo a su reloj, p
preocupada? ¿V
e te dije que tenía un compr
que rápido captó Samuel, acercándose más a
amente... ¿Qué te parece si
enormemente. Se sentía sorprend
n se
, aún in
conocerla y aprovechando que
año de relación. Eso la hizo sentirse sumamente feliz, pero trataba de mantener esa feli
e aco
Raquel enter
nces, ¿te parece si y
nte a Samuel. Sin importarle lo que pensa
ondré mañana en ello,
pecho a Raquel, m
de llevar
los labios
ina. En los pasillos oscuros del edificio, Samuel t
na vez estacionado, Samuel besó a Raquel, que sonrió dulcemente y fin
ta de la habitación de Sara, donde tocó suavemente y, a los pocos s
e estuve
s adormitados desp
, disc
a, es bueno ver
que la felicidad era
muy ena
ó Ra
lo
de todo, fue
razó a
, amiga, por
un poco de
que tengas planeado para el viernes, y
es decir, en fotos se ve bien, pero quiero v
y no hay ninguna nuestra, pero ya
.. OK, entonces el viernes cenaremo
te dejaré dormir; yo tomaré
Buenas
espojó de su ropa para entrar a ducharse; mientras el agua ca
las palabras de Samuel con referencia a este. Jugueteó un poco con el cabell