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El desastre que somos

Capítulo 4 4

Palabras:1856    |    Actualizado en: 23/04/2024

ambién. El amplio pasillo de la segunda planta estaba en total silencio, salvo por unos pasos que resonaban en el parqué de u

me cae bien de verdad —dijo, y usó el mismo tono

en la casa, me había encargado de hacerme notar en esa casa, y reclamaba como únicamente mía mi habitación, ni siquiera dejaba que las personas que trabajaban en casa entraran para limpiarla. Era m

enía la ropa y los zapatos, estaba con uno de mis bi

ido playero daré mucho el cantaz

perchas en un armario lleno únicamente de vestido

te sexy para Trent babee —me giré, y cogí un bañador blanco con escote en la espalda y un

Se me hizo raro que no gritara, pero su entusiasmo por bajar era notable.

ponerme el bañador y el pantalón junto a ella. ¿Había algo más íntimo que nuestra amistad? Po

que un chico cómo él te quiera? —se enfundó en unas sandalias con algo de plataforma, y yo me conformé con unas Vans. La escuchaba divagar

afecta. Es Trent, no Mike

e tenía en el vestidor, y cuando salimos de él y

empedernido y obsesionado con q

ero espera a que lo conozcas, y si ves que sí, que te gusta y tal... —me encogí de hombros volviendo a entrar en el vestidor —yo te apoyaré y estaré para ti pase lo que pase —me agaché hasta coger el pantalón que me había qui

lo por los hombros, y agitó l

s con dinero y todo, empezamos a dejar atrás mi habitación. Mientras la cerraba con l

bolso, pero no puse pegas. Era discutir con Jax o

acando mi móvil y buscando la cara de mi me

os nacer en esas familias de ricos, y a pesar de todos los lujos que nuestros padres nos daban, yo nunca aceptaba las mierdas de mis padres. ¿No querían una hija perfecta? Pues ya tenían a Samay. Yo quería vivir y ser libre, ganarme

que escuché que me decía Bryce mientr

ompañía, imbécil? Pero antes e

s mientras su "amiga" hablaba con ella animadamente. Las dos tenían libros en las manos, y entre la voz

a me ignoró tras guiñarme un o

go los sitios para el coche. ¡Estamos todos aquí! —excl

saliera de casa antes que él —. Te cuelgo, nos vemos en media hora, imb

loqué el pelo sobre la espalda. Suficiente tení

biendo cocacola —me pareció que estaba mu

beso, aunque no tend

ntras andábamos por el jardín delantero del chalet. Nora sabía lo que

on Trent —an

nt no está tan lejos —

e brazos y dejando que mi amiga y Trent se fueran yendo. Los ojos oscur

por mi lado montandose en la preciosa moto que h

cuenta, y mis brazos se acoplaron alrededor de su cintura mientras

-

uiera había hablado. Lo veía por el retrovisor de la camioneta de Bryce, estaba sentado sobre su moto, fumando y mirando la pantalla mientras debía estar escuchando l

mioneta, se pudieran poner de pie y así ver mejor la película, pero me sentía en parte mal por ver co

a ven

esonaban sobre la grava, apresurados y sin descanso hasta que estuve a unos pasos de Jax. Había gente que lo

la polla —gruñó, su cigarrillo se consumió un

que no me jodiera. Yo no era una de sus putas a las que p

er's del recinto para vehículos —No te creas tan importante, en el coch

a pantalla ignorándome por completo. El silencio me gustaba en

And

, y a pesar del calor fué como si una ráfaga de frío me estremeciera por completo. Miré sus manos tatuadas a

ado de la valla, levemente recordaba su

e ese fuera su nombre,

acuerda

ió cuando dejé de notar el cuerpo de Jax cerca del mío. De reojo vi

je a aquel chico

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