Matrimonio Concertado con el CEO: Esclavo del deseo. Libro 4
ann
caban movilizar a un batallón de personas. Mañana es el día en que se anuncia el compromiso oficial, me alegro de que solo nos dediquemos relajarnos, durante y a que nos mimen, ya que siento como mi energía, ac
enéis tantas ganas uno del otro, que seguro que lo hubieras convencido."- me dijo
sí, maldita. Se supone que tú y yo somos los razon
u conciencia, y a estas horas."- me volvió a decir esa descarada sin importarle que me sintiera ridícula
estaba arrepentida. Últimamente, mis deberes con mis hermanos estaban más bien aplazados,
ng. Las chicas y yo, nos jugábamos en ella mucho, quizás más de los que esperábamos, pero era la única forma, de que yo, finalmente me ca
os, me había dudado de si debería hablarlo primero, lo había intentado varias veces decírselo, y por varias razones, y principalmente,
dolo con que nadie heredará la presidencia del grupo. Esto no me ha nubla
el Abuelo, antes de la boda. Desde luego esa imposición que nos había puesto, para que fuéramos las primeras en embarazarnos, convirtiéramos, en granjas de crí
bía quién era el que me llamaba, cierto atractivo, serio, ambicioso, y porque no decirlo totalmente deseable empresario, que me llamaba siempre antes de dormir, se había vuelto
ije sonriendo nada más descolgar. Me encantaba
ás piedras me pone en el camino."- me dijo con esa voz ronca y sensual, aunque se le notaba el cansancio, aun así esa deliciosa voz me hacía temblar, sólo podía pensar lo
tu madre? Es imposible, que una sola persona pueda acumular tanta energía. Menos mal que mañana es el día del maldito compromiso, las mosqueteras y yo nos vamos a un spa a relajarnos, sino probablemente, te secuestre para
a la población femenina de los estragos que puede crear en
es que eso nos sería justo ni para mi primo, ni para mi hermanos, que con las misma ganas cumplirán los plazos, y menos para tus amigas, que deben aguantar todo el proceso solas, sobre todo Elena, ya que a
he mi cuerpo, deseara terminar de agotarse en los brazos de cierto guapo empresario
seo escapaba se los controlados labios de Keanu, pero aún no había rematado, mi golpe final, yo también sabía tirar dardos demoledores, no sólo el incisivo futuro CEO. - "Tendré que conformarme con mi almohada, para dormir acompañada esta noche, abrazándome a ella. Buenas noche señor
ensaje me llegó, sabía que ese maldito no
egoísta que soy, no me gusta compartir los que es mío con nada, ni con nadie, y le aseguro, preciosa Sirena tenedora, que eres mía, incluido el aire que respiras, igual que yo soy tuyo, hasta el último de mis pensamientos, que por cierto, por desgracias o por suerte, eres lo primero, y lo último que trae mi mente anteiz, mientras me abrazaba a mi almohada, como si fu
e, ahogador de deseo, pues me tiro al abismo... para que ese maldito hombre haga lo que quiera de mí."- dije antes de cerrar los ojos, deseando soñar con