Promesas entre Hielo y Fuego

so

Norman, había sido como un abuelo para mí, llevamos casi toda la vida juntos, desde el colegio, mi manera de eludir los problemas que había en casa, con las discusiones de

legios para futuros herederos de grandes compañías, mis padres pretendían que yo me codeara con lo mejor de Nueva York

que Norman le dio una paliza a todos los que me acosaban y me dijo que a partir de ese día yo debía aprender a defenderme que ningún amigo de él podía ir por ahí recibiendo palizas o siendo intimidado, me obligó a tomar clases de judo, karate, y defensa personal, mientras él asistía a las clases conmigo, las clases las impartía su maestro de artes marciales, en su casa. Por eso l

ayor prestigio, siempre aludió que esa universidad era la mejor en empresariales y comercio internacional, pero yo supe que lo hizo por estar a mi lado. Fue en ese momento,

ñaba en cumplir la orden de su abuelo, esa promesa qu

u esposa ni de su abuelo. En ese momento decidí mirar a la única persona que podría salvarm

miraba a su amiga como si fuera un a

la cara, ya que en todo momento no le quitaba la vista de encima a su supuesta mejor amiga, cosa que yo entendí, ya que

amiga del brazo y tras dar una excusa, la arrastró fuera de la sala. Miré a los tres, y tenían esa cara de querer saber que era lo que estaba sucediendo, pero sin qu

los vas a permitir a los tres. “- le dije en alto, para que lo oyeran los tres. Roy me miro, como intrigado por saber que le decía a su hermana, y me sonrió, y el abuelo se hizo el que no

icientes de su madre!”- me dijo serio, mientras

tierra, más Miller arrogantes, y se acaba la descendencia, ¿No crees Roy William?”- mi sobrino me miro encantado, con gorgojeos y grit

ada de tu asistente”- le dije cogiendo a Roy con mi otro brazo izqu

su padre y lo aceptan como es, verdad niños”- le dijo N

y se rieron a carcajadas al sentir

. Ya mañana te vengaras en el trabajo. La conversación será con el tratamiento completo, Norman metomentodo Miller”-

eguramente una sirena pelirroja la estaría matando en e

que Yvaine se me enfade, porque le hiciste daño a u

a adolescencia. Sin más se levantó del sillón, para irse tras las nanys, a ayudar a alistar a los bebes para su cena, al viejo Miller le en

utivo, manipulador y frio que tienes? ”- le pregunté

llegamos a nuestro destino. Yo lo imitaba, quitándome la ropa y quedándome tan solo con el pantalón del traje, no era la primera vez que, tras estar frustrado,

do a la aparición en su vida de la escurridiza e ídolo mío, señorita Stewart, actual señora Mille

y me descalcé antes d

a de mi jefe, me las pensaba cobrar todas, y si al final me veía obligado a casarme con la sirena pelirroja