Promesas entre Hielo y Fuego
ine
tente Jason, supe que había acertado, en
, se entretuvo en la descripción del tonificado pectoral, la dureza de sus caderas, la imponencia de sus físico, de lo hipnotizante e intimidantes que eran sus ojos azules y, finalmente, de la fuerza de sus musculosos brazos que la había sujetado contra la p
is hijos recibió, fue de un número que yo conocía pues me llamaba en mi trabajo entre cuatro y c
ner a la esquiva modelo Kimberly Peterson, tan nerviosa, ruborizada y alterada. La denominaban la sirena de Hielo, en su el mundo de modelaj
y le reclama a Jason el que estuviera en la casa de su mejor amiga, y el pobre
oz de mi marido que me hablaba en el oído
e hecho algo?"- le dije intenta
mo señora Miller, tienes una sonrisa y una mirada perversa, como la del gato se entretiene jugando con los ratones"- me dijo mi marid
eguro no te hubiera besado, eres una complicación, preciosa"- le dijo Jason a mi
tido, eres el mayor pervertido que he conocido, y soy modelo guapo, mi mundo está lleno de ellos, guapo"- mi amiga estaba que estallaba de ira, ni se estaba dando cuenta que mis hijos desde que la vieron
eras con las fotos que sacaste, ha y gracias por darte cuenta de lo obvio sirena, sé que soy guapo, se nota que eres observadora."- Jason permanecía tranquilo, se podría decir que parecía estar aburrido de aguantar el berrinche que estaba desatando la pelirroja, y conociendo a mi amiga,
amiga, siempre tan comedida, y fría con los hombres, a
Norman en el oído, aunque yo también sabía que se lo estaba pasando igual de genial
res vivían en constantes conflictos, él había tenido que crecer en ese infierno, y sólo fue feliz cuando se fue a estudiar a la universidad, deci
trar el amor, después de encontrar a su padre, claro está. Pero tenía miedo que le hicieran daño, su madre dejo en ella una heren
Ángeles, Kim tuvo que llevarme un día a urgencias, cuando me desmayé en el pasillo del edificio donde vivíamos, mi cuerpo al caer, intenté
barazada de tres meses, aún recuerdo la cara de miedo que se reflejó en la pelirroja, al saber la noticia, pero a partir de ese día comenzó a ir diariamente a mi casa con alguna excusa, para saber cómo me e
s, pasando de una amistad a una relación más de familia, como si fuéramos hermanas. Kim fue mi compañera en mis clases preparto, cambiaba sus trabajos como modelo, para tener esos días l
nemos clases de preparación al parto"- les decía mu
parto, y si no hubiera habido complicaciones, h
arme en el primer mes de vida de los gemelos. Así fue como
le gusto su primer beso. Su insistencia de que no había disfrutado el beso, que había sido más bien una agresión, mientras se movía inq
enía a las relaciones, había abierto puertas en mi amiga, que ella creía tener cerradas a
rara las intenciones de su amigo, no iba a dejar el corazón de mi amiga en manos de un lobo que la destrozara y le hicier